Hacía tanto tiempo que no cubría un turno noche hasta hace un par de días, todos los pacientes dormían y mientras llegaba la hora de nuestro descanso, conversaba con mis compañeras sobre historias espeluznantes que ellas habían oído sobre ciertas apariciones paranormales en los pasillos y habitaciones del hospital en horas de la madrugada mientras se supone que todos duermen.

De esas conversaciones propicias en temporada de halloween. Historias de terror que cada una de mis compañeras de turno tenía para contar y como yo no tenía ninguna solo escuchaba una a una las que ellas contaban.

Anita, una compañera que lleva aproximadamente unos 4 o 5 años trabajando en el hospital como enfermera, asegura que en la habitación 8 del pasillo 2, se escucha la voz de una niña, creen que su voz se hace escuchar con el fin de que los pacientes se asusten y pidan cambio de habitación. Una camarera del hospital que también estaba escuchando la historia de Anita afirma que es cierta la historia, pues cuenta que vio una silueta de niña entrando a la habitación una madrugada mientras limpiaba ese pasillo.

Luego de escuchar esta historia ya nadie quería merodear ese desolado pasillo en las noches, ni siquiera para buscar agua en el refrigerador que se encontraba al fondo.

María, quien es mi compañera de la unidad de cuidados intensivos nos habló de ruidos que se escuchan en esa área cuando no hay actividad y la unidad permanece cerrada. Se supone que no hay nadie y las camas encienden sus alarmas como cuando se debe indicar el peso del paciente que ingresa. –Una vez entré a la UCI para tomar un equipo nebulizador y las luces se encendieron solas- contó. –Luego un día le estaba haciendo cuidados post-morten a un paciente que acababa de fallecer y cuando la cama había quedado totalmente desocupada y limpia, se abrió la toma de oxigeno de pared frente a mis ojos. María pensó que era el espíritu de ese paciente.

El médico residente que nos acompañaba en esa guardia también tenía una historia que contar, recuerda haber conocido a una enfermera que trabajó más de la mitad de su vida en el hospital y se retiró a los 60 años, dicen que volvió a la clínica como paciente por una infección respiratoria que le provocó la muerte. Desde entonces algunos pacientes y familiares cuentan haberla visto entrar a sus habitaciones para preguntarles si necesitan algo y asegurarse de que todo marche bien durante la madrugada. Todos piensan que se trata del fantasma de esa enfermera pues a esa hora que los pacientes y familiares refieren haberla visto no era hora de pasar ronda por las camas de los pacientes.

De tanto hablar del tema y oír lo que mis compañeros contaban, sin darnos cuenta llegó la hora del descanso en la que la mitad del grupo que ya estaba en descanso venía a relevar a los que estaban cubriendo la mitad de la noche y debíamos ir a los dormitorios a descansar. Incrédula y haciendo chistes de toda la conversación me fui a mi descanso, cuando llegue a la cama la hormona del sueño se tornaba, como diríamos… Inoperante. Pensaba en cuanta imaginación tienen mis amigos para contar con tanta seguridad todas esas historias.

Aun no tenia sueño, ¡qué más da! Decidí levantarme de nuevo e ir con mis compañeros que estaban cubriendo el turno, apoyé los codos a la cama para levantarme cuando de pronto sentí que se presionaban mis hombros como impidiendo que me levantase, me asuste, pues no había nadie más en el dormitorio y la luz estaba encendida como para pensar que uno de mis compañeros quería jugarme una broma, vuelvo a intentarlo y ahí estaba de nuevo, era como si unas manos hicieran presión sobre mis hombros para retenerme allí. Decidí cerrar los ojos para relajarme, cuando desperté me di cuenta que me había quedado dormida, y l que había sentido no era más que producto de un sueño por la conversación que había tenido antes de ir al descanso.

Aun sigo pensando que aquel episodio no fue más que un sueño, que si hay algún fantasma o espíritu rondando los pasillos del hospital a mi no me han saludado, ¿o sí? Pienso que quizás cuando muera y me convierta en un fantasma que haga rondas en algún hospital me vería así