Decisiones transcendentales VIII.
Hoy estamos aquí reunidos para tomar una importante decisión que afecta a unos doce millones de personas en nuestro país. De aquí no nos iremos hasta que esa decisión esté tomada y tendremos que asumir las consecuencias que de ello deriven. ¿Qué opinan al respecto?
El gobierno quiere que el impuesto hipotecario sea asumido por la banca, ya que siempre lo ha asumido el cliente y la mayoría de la población piensa que es una medida injusta, puede serlo pero tenemos que mirar por nuestros intereses como miembros del tribunal supremo, no podemos mirar por los intereses de los ciudadanos. –Respondió sin un ápice de remordimiento.
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- Yo soy el juez más antiguo de este tribunal y les digo que no nos conviene ponernos en contra de la banca, ellos son los que realmente gobiernan nuestro país, los que deciden y los que pueden arrebatarnos todos los privilegios que hemos ido consiguiendo durante estos años. El acuerdo es claro, ellos nos pagan y nosotros haremos todo lo posible por contentarlos. –Contestó impositivamente.
En esta ocasión la decisión no fue política, sino que fue tomada por unos jueces al servicio de los bancos, al servicio de los poderosos. Los bancos demostraron estar por encima del bien o del mal y el gobierno se encontró con las manos atadas.
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El tribunal supremo tenía la última palabra y los ciudadanos serían los grandes afectados, los cuales se verían obligados a pagar el impuesto hipotecario en su totalidad. Una vergüenza más en un mundo corrompido desde la base, un mundo que sólo mira por unos pocos poderosos que harán todo lo posible por mantener su estatus, sean cuales sean las consecuencias de sus actos.
Otras decisiones transcendentales:
Decisiones transcendentales I
Decisiones transcendentales II
Decisiones transcendentales III
Decisiones transcendentales IV
Decisiones transcendentales V
Decisiones transcendentales VI
Decisiones transcendentales VII
