Decisiones transcendentales IV.

IV

• Comienza la sesión. Tema a tratar: la sanidad, puede subir al estrato el primer interviniente…

• Buenos días, mi partido tiene una opinión clara al respecto, creo que el Estado no debe hacerse cargo de seguir garantizando una sanidad universal para todos los ciudadanos, es un gasto difícil de asumir y que nos podría ahorrar millones de euros, llevamos años pagando la sanidad y muchos ciudadanos de otros países se aprovechan de ello, existe un turismo sanitario que nos está haciendo perder grandes cantidades de dinero.

• Usted no sabe de lo que está hablando. -dijo alguien de otro partido, interrumpiéndolo- Si no garantizamos la sanidad pública muchas personas morirán, ya que no tienen los recursos suficientes como para tener un seguro privado. ¿Qué será de ellos si los dejamos sin esa cobertura?

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• Nadie está hablando aquí de destruir la sanidad, simplemente se debe reducir el gasto y dejar entrar a empresas médicas privadas, las cuales van a cubrir ese vacío que pueda quedar, todo el mundo tendrá médicos. ¿Acaso ustedes, en aquellas comunidades donde gobiernan, no han llevado a cabo un recorte sanitario importante? – respondió tratando de quitarse responsabilidades y atacando a su contrincante político.

• ¡Eso no es así!!! ¡Nosotros hemos contribuido a la mejora de la sanidad! ¡SON USTEDES LOS QUE LA ESTÁN DESTRUYENDO!

• Aquí les traigo las estadísticas anuales para que vea todo el mundo que efectivamente es así. Ustedes son unos mentirosos, dicen una cosa pero hacen otra muy diferente…

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Esta absurda conversación continuó durante horas, todos los debates que se hacían en el congreso tenían la misma tónica, sólo acusaciones de unos hacia otros, sin ninguna otra pretensión, y la realidad era que quien realmente sufría era la sanidad, quienes realmente estaban peor eran los ciudadanos debido a los recortes que ambos llevaban años aplicando en sanidad.

Esas élites que gobernaban a los ciudadanos de a pie no sabían ni siquiera de lo que hablaban, no entendían de los problemas que su sociedad demandaba porque de lo único que se ocupaban era de mantener sus tronos en pie, de mantener su hegemonía social en un mundo cada día más dividido y con mayores diferencias sociales.

Otras decisiones transcendentales:

Decisiones transcendentales I
Decisiones transcendentales II
Decisiones transcendentales III

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