Cuadros vivientes IX: La maja desnuda.
Tengo un alto cargo político, esto debe quedar entre nosotros, nadie se puede enterar ya que correría peligro mi carrera.
Así se hará, nadie más sabrá sobre el tema.
Se lo agradezco. Le diré a Josefa que vaya a su casa durante la noche, para así evitar que nadie pudiera verla.
Josefa se apresuró a ir hasta la casa de Francisco, éste la esperaba junto a sus óleos para inmortalizar, de la forma más fiel posible, a la joven.¡Por fin! te estaba esperando, pasa al estudio y ponte cómoda.
¿Me pongo en el sofá?
Si, ahí es un buen sitio. Quítate toda la ropa y empecemos cuanto antes. Quiero que en todo momento me mires directamente a los ojos como si tratases de insinuarte ante mí. Esas son las especificaciones que me ha dado Manuel.
Está bien, así lo haré.
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Horas más tarde el cuadro estaba terminado. Josefa volvió a vestirse y fue corriendo hacia su casa donde la estaba esperando Manuel.
¿Cómo ha ido? ¿Te ha visto alguien?
No, ha ido todo muy bien, he estado horas desnuda pensando en el momento de volver a verte. En el momento de volver a tocarte y sentirte dentro de mí.
Josefa Tudó y Manuel Godoy se desnudaron, unieron sus cuerpos y comenzaron a hacer lo que mejor se les daba, con lo que más disfrutaban. Eran amantes, les gustaba lo prohibido y se expresaban en la cama mejor que en ningún otro lugar.
Por su parte, Francisco de Goya, fue el artífice de la obra “La maja desnuda”, pintada antes de 1800 y que posteriormente formaría pareja con “La maja vestida”, obra encargada también por Manuel Godoy.
Ambas obras fueron reclamadas por el Tribunal de la Inquisición de la época, ya que eran consideradas como obscenas. No se pudieron exponer hasta el año 1840.
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Otros cuadros vivientes:
I: La Gioconda
II: El sueño
III: Danae
IV: Desnudo n.º 1
V: El origen del mundo
VI: El gran masturbador
VII: Gebeugter Akt
VIII: La pesadilla