Siempre he sido una persona bastante soñadora, recuerdo que de pequeña me encantaba que mi papá me leyera cuentos antes de dormir. Al crecer, fuí desarrollando una ligera obsesión por la fantasia, amaba consumir cualquier tipo de contenido en el cual me presentaran mundos nuevos, llenos de magia, reglas nuevas, algo muy distante de la realidad, no lo sé, de cierto modo este tipo de historias consiguen desconectarme de mi realidad, le dan rienda suelta a mi imaginación, pero sobre todo, me invitan a soñar. Algo que también me caracteriza, es que soy una romántica empedernida; y los relatos que cuentan épicas historias de amor, derriten mi corazón por completo. Se podrán imaginar que si estas dos cosas se juntan crean la fórmula perfecta para engancharme por completo. Y muchas de las películas Disney fusionan estas dos cosas que invitan a mi niña interior a fangirlear. Siempre lo digo, yo mentalmete soy una pequeña niñita de 6 años que es realmente felíz jugando con muñecas jajaja.

Si algún día ven a una loca cantando y bailando canciones de Disney por la calle, pueden estar seguros que esa seré yo. De hecho mi sueño frustrado en la vida es ir a un Karaoke donde las canciones que coloquen para cantar sean las de Disney. Si amigos, yo soy de las que va viendo la película y se inspira a cantar a todo pulmón, incluso de mis películas favoritas como Mulan, me sé hasta los diálogos de los personajes. Si, sé lo que estan pensando, y lo acepto... Estoy total y completamente ¡LOCA!