Poema Original: Historia de una amiga (que el tiempo me robó)
La vida avanza inexorablemente y una y otra vez el ritmo de nuestra existencia y los giros del destino nos acercan a nuevos horizontes alejándonos de puertos familiares. Los juegos y los amigos de la infancia, en su mayoría, quedan atrás cuando entramos en la adolescencia; y al abandonar el colegio, estudios superiores y diferentes oficios nos alejan nuevamente de la vida que conocíamos. Ya en la adultez, nuevamente agregamos personas a nuestra vida, familia, proyectos, trabajos, muchas veces a expensas de otras personas. Si destacamos entonces el paso del tiempo, los proyectos personales y más recientemente el éxodo masivo, la búsqueda de un nuevo país de residencia, son muchísimas las historias y relaciones que se han visto interrumpidas de forma abrupta (y quizás definitiva). Luego, las hojas del calendario avanzan y nos encontramos evocando el recuerdo de alguien especial y la retórica sale de nuestros labios: ¿qué habrá sido de su vida? Antes de haber experimentado algo parecido, el poeta adolescente que fui escribió este nostálgico poema que hoy comparto con ustedes. No tengo a mano mi registro de entonces y por eso la fecha de creación es aproximada. Espero les guste. Los leo en los comentarios.
“Historia de una amiga (que el tiempo me robó)”
Una y otra vez, entre fotografías
la veo a ella, una amiga mía
que el tiempo, sin permiso, me robó
y recuerdo aquellas tardes
en que, por tímido o cobarde
no le hablé de mí dolor.
Cuando bajo el sol o las estrellas
nos regalábamos frases bellas
para, juntos, reírnos luego
la diferencia entre ella y yo
es que yo lo hacía de corazón
y ella sólo a manera de juego.
¿Qué, acaso, no se daba cuenta
que, a sus preguntas, mis respuestas
siempre eran insinuando algo más?
Tal vez ella sí lo sabía
mas por no aceptarlo, no lo creía
y se decía que yo no sería capaz...
...de sentir las cosas que insinuaba
esas que le decía que soñaba
un futuro mágico junto a ella
creo que pensaba que eran bromas
y mi corazón hoy se desploma
pues nunca dije a mi doncella…
…que era cierto, que sí lo sentía
que de verdad la vida me dolía
cuando ella no estaba junto a mí
y que cuando, solos, estábamos
nos mirábamos y hablábamos
yo realmente era feliz.
Mas hoy de nada sirve, ella no está
¿para qué hablar si no escuchará?
¿ y qué sentido tiene extrañarla?
Si quizás más nunca podré verla
me dejé dejarla, me dejé perderla
y ahora me toca olvidarla.
Por eso escribo estas tristes frases
para que así pueda ella alejarse
de mi mente y mi corazón
un poema inútil a su memoria
a la triste y tan cierta historia
de una amiga que el tiempo me robó.
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Beautiful work. Time isn't our friend, that's for sure.
Thanks for sharing.
Thank you for reading my poem. Glad you liked it.