La broma (Libro): la condena de la alegría y el humor en tiempos de "seriedad".
Cada vez que se habla de los posibles ganadores del Premio Nobel de Literatura, pienso que hace ya bastante rato que la Academia Sueca le debe el galardón a Milan Kundera. Nacido en Brno, Checoslovaquia, en 1.929, Kundera ha sido novelista, escritor de cuentos cortos, dramaturgo, ensayista y poeta. Sus primeros libros fueron escritos originalmente en checo, pero luego comenzó a escribirlos en francés. El autor tiene un sello particular, dotado de filosofía, reflexión y calidad literaria, que se nota desde su primer trabajo, en torno al cual gira el post de hoy.
La broma cuenta la historia de Ludvik Jahn, un joven checo, estudiante universitario y miembro activo del Partido Comunista (Kundera criticó el totalitarismo de esta militancia, así como la invasión soviética a Checoslovaquia en 1.968, razón por la cual sus obras fueron prohibidas allí) que le envía una postal a una compañera de clase con quien tiene algún tipo de romance, escribiendo en ella una pequeña broma, respecto al optimismo ideológico que reinaba en la época. No es una crítica abierta, ni una denuncia política. Se trata de un gesto insignificante y sobre todo privado de la correspondencia entre dos personas. Sin embargo, la broma llega a las manos de los dirigentes universitarios a quienes no les hace tanta gracia. Tras un juicio, si puede llamarse así, expulsan a Ludvik de la universidad y del Partido; y es enviado a trabajar forzosamente en unas minas. El joven se siente dolido. No ha querido criticar al Partido. De hecho, se siente tan fiel a él que no sólo acepta su castigo, sino que lo justifica, buscando y encontrando su culpabilidad. Allí vivirá una serie de experiencias que le irán descubriendo un mundo desconocido, confuso, pesado, real; y lo irán enfrentando al amor, la culpa, la libertad, la venganza, siempre bajo la lente filosófica del autor.
Esta satírica pero seria novela habla de la condena de la alegría, de la risa. Es sospechoso reír en tiempos serios y eso condena al alegre que ríe. Los sistemas totalitaristas dicen Este es un mundo serio. No se puede bromear; intentan abarcarlo todo: reemplazan la música clásica y extranjera por la música regionalista, desplazan las ceremonias en la iglesia, promoviendo otro tipo de ceremonias y ritos de paso, dentro de las festividades del partido; hasta llegar a prohibir todo lo que "ataque" la seriedad del país y del partido. En círculos así, no hay espacio para el humor, mucho menos para la crítica.
Pero a pesar del evidente trasfondo político, Kundera reflexiona también sobre los los jóvenes, quienes parecen tener varias caras porque no saben realmente quienes son ni quienes quieren ser; habla del amor como agente de cambio, propulsor, como motor; sobre el perdón, sobre la libertad de la muerte; sobre los jóvenes que se dedican egoístamente a sí mismos, frente a los adultos de la época que querían salvar el mundo, aunque casi acaban destruyéndolo; sobre la postergación de la venganza y sobre cómo la vida la vida a veces termina antes de morir. Para reforzar este apartado y con la intención de animarles a leer esta novela, les dejo aquí algunas de las frases que más me gustaron:
“Comprendí que no podía huir de los recuerdos; que estaba rodeado por ellos”
“Porque vivir en un mundo en donde no se le perdona nada a nadie, donde nadie puede redimirse, es lo mismo que vivir en el infierno”
“A partir de aquella noche todo cambió dentro de mí; volví a estar habitado; de repente la habitación de mi interior estaba arreglada y alguien vivía dentro de ella”
“En los momentos de desgracia, el hombre busca consuelo en la unión de su tristeza con la tristeza de otros”
“El que vive en la eternidad no sufre de nostalgia. Sabe que la vida humana dura un segundo y que el encuentro está próximo”
Si aún no han leído nada de este gran escritor, no se me ocurre mejor manera de comenzar que leyendo su primera novela. El diario francés Le Monde incluyó La broma en su lista de los Los 100 libros del siglo XX y es una excelente novela sobre cómo, en un mundo que ha perdido el sentido del humor, la alegría y las pequeñas bromas pueden ser incomprendidas y condenadas. Un lenguaje depurado, un trasfondo filosófico y una sátira mordaz, redondean una lectura placentera.
Lo que cuenta la novela es terrible, pero refleja claramente lo que se ha vivido en países como el de Kundera, por otra parte se trata de uno de los grandes narradores del siglo XX, imprescindibles La insoportable levedad del ser y la Inmortalidad, pero también muy buenos La lentitud, El libro de la risa y el olvido, El libro de los amores ridículos, etc.
Creo que un par de sus novelas me parecieron aceptables, pero todas las demás me han gustado mucho, igual que sus ensayos. La ignorancia y La identidad son dos de mis favoritos. Saludos y gracias por leerme.