RetoTop10... ¡¡¡Algo que compartir!!! – Mr. Gwyn

Alejandro Baricco es un autor con el que suelo acompañarme, entre otras cosas, porque tiene la maestría de hacer grandes obras en pocas páginas. Además es dueño de una linda prosa, limpia, fluida y profunda.

Mr. Gwyn es una de sus últimas creaciones. Es una historia muy peculiar, la de un afamado escritor que decide un buen día dejar de escribir. Para hacer efectiva su decisión decide publicar en el periódico londinense El Guardián un artículo donde señala cincuenta y dos cosas que va a dejar de hacer, entre ellas abandonar para siempre la escritura.

Mientras caminaba por Regent’s Park —a lo largo de un paseo que, de entre muchos, elegía siempre—, Jasper Gwyn tuvo de pronto la límpida sensación de que todo lo que hacía cada día para ganarse la vida había dejado de ser adecuado para él. Ya le había asaltado en otras ocasiones este pensamiento, pero nunca con semejante nitidez y tanta gracia.

La estructura de la obra es la de un thriller, hay una trama que se va desarrollando con cierto aire de suspenso y que al final tiene un desenlace no del todo claro, lo entendí como un final abierto.

El texto está salpicado de diferentes guiños de tipo surrealista, Baricco es un escritor realmente ocurrente y original.

Lo que le ocurrió, de todas formas, fue que acabó echándosele encima, con el paso de los días, una singular forma de desasosiego que al principio le costó comprender y que sólo al cabo de un tiempo aprendió a reconocer: por muy molesto que le resultara admitirlo, echaba de menos el acto de escribir y el cotidiano cuidado con el que poner en orden pensamientos en la forma rectilínea de una frase

Mr Gwyn, nunca deja de ser escritor. Más bien le da un nuevo sentido al poder de la palabra escrita. Su antiguo oficio de escritor lo transmuta en algo que llama copista, un concepto/actividad que no se termina de definir a lo largo de la obra, pero que se sugiere como una especie de arte en el que el autor logra captar la esencia del alma humana y plasmarla en una copia.

Nunca había acudido a su mente que un retrato pudiese llevar de regreso a casa a alguien, es más, siempre le había parecido exactamente lo contrario: era evidente que los retratos se hacían para exhibir una identidad falsa, y despacharla como auténtica. ¿Quién habría pagado por dejarse desenmascarar por un pintor y por colgar en casa lo que de sí mismo se empeñaba en esconder todos los días?

Tomando como referencia aquellos pintores que logran captar la esencia de la personalidad del retratado, Mr Gwing acomete la difícil tarea de hacer un retrato escrito, algo inédito y original. Al igual que los pintores crea su estudio, invita a las personas a posar durante un largo tiempo y al final logra escribir el retrato, siempre en unas pocas páginas.

Mr Trawley recibió su retrato a cambio de quince mil libras… leyó lentamente las seis hojas que Jasper Gwyn había preparado para él. Al día siguiente le envió una carta…La última línea decía: «No soy capaz de no pensar que si todo esto hubiera acaecido hace muchos años hoy yo sería un hombre distinto y, en muchos aspectos, mejor», Sinceramente suyo, Mr Andrew Trawley.

Las personas al leer su retrato sienten un impacto que los arrebata, su primera reacción es tocar, abrazar, al autor. Sienten un profundo agradecimiento al ver la parte de su alma que el copista/escritor ha plasmado en unas líneas magistrales.

La obra se deja leer con facilidad, la claridad de su lenguaje sirve como vehículo para adentrarse en la psicología de unos personajes que pudieran ser cualquiera de nosotros. La novela es sobre el hombre de nuestro tiempo.

Mrs Harper recibió su retrato a cambio de dieciocho mil libras… Ella abrió el regalo y sentada a la mesa, sin decir nada, leyó de corrido las cuatro páginas que Jasper Gwyn había escrito para ella. Cuando terminó, levantó la mirada hacia su marido y por un instante pensó que nada iba a poder impedirles morir juntos, después de haber vivido juntos para siempre.

En toda la novela se puede apreciar un gran homenaje a la palabra escrita. Es verdad que al comienzo Mr. Gwyn se siente desencantado de su oficio de escritor, sin embargo, su nuevo oficio de copista no es más que la profundización de las posibilidades que tiene la palabra escrita para poder acceder a lo más profundo de las personas.

El texto lo pueden conseguir fácilmente en internet, si tienen la oportunidad échenle una miradita, seguramente que lo van a disfrutar.

Gracias por su tiempo.

Las citas corresponden a la edición digital disponible aquí

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Las fotos, la edición digital y los Gifs son de mi autoría.