Bonsáis del Real Jardín Botánico de Madrid
Si se visita la capital española es obligatoria una visita al Real Jardín Botánico donde se encuentra la mejor colección de bonsáis de especies autóctonas ibéricas. Esta colección perteneció a Felipe González, Ex presidente del Gobierno de España, que era un amante de esta técnica de cultivo ornamental.
Este conjunto de Sabina Albar imitando un bosque me impresionó. Una especie muy extendida en la Península Ibérica.
Detalle de las bases de los troncos de las Sabinas.
Ejemplar de Tejo cultivado en estilo vertical informal.
Detalle del tronco del Tejo.
El siguiente ejemplar es un Boj con el tronco hueco. Esta planta la conocía como un arbusto y muy usada para dar intimidad a pequeños jardines y me ha agradado verlo como si fuera un árbol silvestre. Crece de forma natural por toda la costa mediterránea.
Detalle de su tronco vaciado.
Azalea en estilo vertical informal. Tiene que ser un espectáculo verlo en flor en primavera aunque seguramente perderá la proporción de árbol por el tamaño de las flores.
Fantástico bosque de Hayas. Especie de crecimiento muy lento. Seguramente de los más viejos de la colección.
Bonsái con estilo en cascada. Este pino con su copa inclinada es de los más llamativos.
Detalle del tronco.
En la colección no podía faltar un ejemplar de Encina. Es la especie forestal que más territorio de España tiene, formando dehesas y del que se alimenta el ganado porcino gracias a su fruto, la bellota.
Sabina rastrera con su peculiar tronco retorcido.
Pino negro japonés con algunas raíces expuestas.
Precioso ejemplar de Acebuche. Es una variedad de Olivo silvestre con los frutos más pequeños, también llamada acebuchina.
El siguiente bonsái es un Granado con sus frutos madurando al sol.
Pino albar con estilo de tronco inclinado. El pino silvestre es estupendo para este tipo de cultivo por sus pequeñas hojas y la gruesa corteza.
Bonsái de Lentisco muy común en toda la zona mediterránea.
Precioso Madroño con un estilo vertical informal con algunas bayas amarillas.
Detalle de sus hojas y frutos.
Pino negro del pirineo con un estilo vertical. Es la especie que mejor adopta las proporciones de árbol majestuoso gracias a sus pequeñas hojas o agujas. Y si el artista consigue dar un aspecto leñoso madurando las ramas y tronco con tiempo y paciencia, el resultado llega a ser como los de esta colección.
Sabina negra. Esta conífera de la zona mediterránea tiene un tronco que está envejecido como si hubiera sido provocado por las condiciones climáticas donde suele habitar. Fisuras en los acantilados costeros con fuertes vientos salinos.
Fantástico ejemplar de Acebuche. Su tronco es increíble.
Pino blanco japonés de doble tronco.
Cedro azul. Es árbol podría llegar a vivir dos mil años.
Para terminar la colección otro ejemplar de acebuche que seguro me dobla la edad.
Esta exposición tiene cuatro visitas como mínimo al año para ver sus cambios estacionarios. Sus floraciones, frutos, decoloraciones y verlos desnudos de su follaje los de hoja caduca. Ya buscaré excusas para volver de nuevo y disfrutar de otra estación.
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