Por estos lados ya están llegando las vacaciones escolares y muchos padres no encuentran qué hacer con el tiempo libre de sus hijos, tampoco tienen mucho espacio para acompañarlos porque para ellos la vida sigue igual, trabajo y más trabajo.

Recientemente vi un grupo de niños entre doce y catorce años que iban con un armatoste de hierro, con forma de arquería, forrado por algunas partes con alambre gallinero. Iban apurados y contentos a jugar fútbol en algún lugar apropiado. Me emocionó verlos porque pensé que aún hay niños que pueden reunirse a jugar como antes.

Para muchos padres esto es un despropósito, no pueden dejar a sus hijos sin supervisión, para ellos es este post. ¿Qué actividades realizar en el hogar que entretengan a sus hijos y les aparte un rato de la televisión y los videojuegos?

Pero por qué apartarlos pensará alguno, simplemente haga el ejercicio de pasar por los canales en tres horarios distintos y notará que las palabras más comunes que se escuchan son: asesinatos, crímenes, zombies, terror, muerte, violencia, y otras, con contenidos aún más fuertes. Y en el caso de los videojuegos, se sumergen tanto tiempo en ellos que se pierden la vida misma.

Otro punto a considerar es que los gustos infantiles varían y lo que funciona para unos, puede no resultar agradable para otros. Esto lo pude comprobar con mis propios hijos, algunos de ellos les gustaba socializar más, mientras que otros podían pasar mucho rato jugando solos con objetos diferentes a los cuales ellos le atribuían una función cualquiera.

Por todo lo anterior al proponer actividades debemos tomar en cuenta todo eso, pero lo más importante es la no imposición de las mismas. Podemos iniciar nosotros, por ejemplo, haciendo un dibujo experimentando con distintos pigmentos y al momento ya tendremos a nuestros niños rodeándonos, dispuestos a acompañarnos e interesarse en lo que estamos haciendo.

Ese es el momento para propiciar la Elaboración de tarjetas, digamos que queremos hacer una para felicitar a una madre por la llegada de su bebé y verán la cantidad de diseños que les surgirán. Los motivos pueden ser: cumpleaños, bienvenida, despedida, invitación, días especiales, entre otras.

Quizá alguien piense en lo costoso que está el papel y la cartulina en estos momentos. ¿Qué le parece la idea de experimentar haciendo papel artesanal?, seguramente dispone de trabajos escritos que ya no le sirven o cuadernos viejos; antes de arrojarlos a la basura es buena idea reciclarlos.

El procedimiento es sencillo y los niños estarán dispuestos a ayudar a rasgar estos papeles, que serán luego sumergidos en agua, donde se irán amasando, aquí también los muchachos son muy dados a prestar la ayuda, a continuación, puede acelerar el proceso con una licuadora, después colar y por último colocar en un bastidor con tela metálica, que puede hacerse en casa, no importa de qué tamaño salgan, recuerde que será utilizado para hacer tarjetas, por lo que puede usar otro recipiente, lo importante es que este permita drenar el exceso de agua. Puede agregar hojas secas, pétalos, tallitos finos y hasta alguna esencia que le den un aroma agradable.

Una vez seco este papel queda con una superficie rústica que permite lograr efectos interesantes cuando los niños lo colorean. Recordemos que es la creatividad lo que nos va a ayudar a dirigir la operación y que de lo que se trata es de entretener a los niños y que obtengan un aprendizaje significativo.

Una actividad que utilicé con mis hijas y ahora con los nietos es la elaboración de muñecos de papel. Aquí de lo que se trata es de elaborar siluetas en cartón, que podemos inclusive darles un toque personalizado tratando de que tengan algún parecido con los niños que tenemos alrededor, luego con la ayuda de ellos, crearles un vestuario. Sí, son aquellas muñecas con las que nos entretuvimos en la niñez, pues créanme también las disfrutan los niños de hoy.

Es normal que se cansen y ya no quieran hacer más, guardémosle el trabajo realizado porque, pasados unos días se acordarán del rato tan ameno que pasaron dibujando, recortando, rasgando y riendo que querrán repetir la experiencia. De eso se trata.