En los actuales momentos mi país, Venezuela, vive una terrible crisis, cada día aumenta el precio de los productos, lo que los hace inalcanzables, hemos tenido que sustituir e inventar para resolver el día a día, pero en el caso de las medicinas, esto no es posible, porque las consecuencias son nefastas. Son muchas las personas que a través de donativos han resuelto la situación de emergencia de alguien.

Son muchos quienes tienen un familiar que requiere medicamentos cuyo costo es excesivo y en estos casos la solidaridad de familiares y amigos ha ayudado a paliar la situación. El agradecimiento es inmediato, cuando un ser querido está enfermo nuestro ánimo decae también, pero al reconocer la bondad de quienes tenemos a nuestro alrededor nos llenamos de ánimo y esperanza.

No olvidar los favores recibidos en tiempos de crisis, mantener siempre ese sentimiento de agradecimiento, y volvernos ejecutores de acciones de ayuda para los demás es un comportamiento necesario en este momento.

En la medida en que se instale en cada uno, el deseo de ayudar al prójimo sin esperar nada a cambio, nuestra sociedad podría volverse más humana y más solidaria. Dicen que los actos de bondad no solo benefician a quien los recibe, sino también a quien lo ejecuta y quienes están en el entorno.