Mes # 2 del Steem Crypto Challenge: sumergirse en DeFi

Vengo aquí con el mismo atrevimiento que tuve para el Desafío #1, agradecida por estar en la lista de ganadores, a sumarme al #2 sobre DeFi o Finanzas Descentralizadas.

¿Por qué atrevimiento? Porque lo primero que se piensa cuando se lee una invitación como esta es que el tema está dirigido solo a los que se manejan en el mundo de las criptomonedas y tienen claridad conceptual acerca de todos esos conocimientos de intercambio, así como cada una de las monedas que existen.

En mi caso eso no es así, soy una aprendiz, que ha conocido las bondades del Steem dentro de la cadena Steemit, lo que me ha permitido además de la ayuda económica, reconocer qué es una criptomoneda y qué no lo es.

El estar inmersa dentro de esta cadena de bloques, produciendo contenido, votando, comentando, leyendo las opiniones acerca de lo que hace que el precio de esta moneda fluctúe o no, y las decisiones que se toman en esta materia, me ha ido mostrando que cada día será más necesario aprender y conocer a fondo acerca del mundo de las criptomonedas, porque dentro de la blockchain todo está vinculado a ellas.

Para nadie es un secreto la importancia que ha tenido el dinero, desde tiempos remotos en las distintas civilizaciones, y seguirá teniéndolo en el transcurrir del tiempo, solo cambiará su nomenclatura, forma o modo de conservarlo, entre otros elementos.

Este concurso quizá sea abordado desde el punto de vista de lo cuantitativo, tomando en cuenta el precio de las diferentes criptomonedas, su ubicación dentro del mercado, la más poderosa, la que sea susceptible de ser manejada o vista como potencial inversión, entre otras. En mi caso intentaré adentrarme en el plano humano, más cualitativo.

La revisión somera acerca de este tema me ha dejado más apreciaciones favorables que desfavorables. La idea de que la gente pueda hacer transacciones sin gestores, intermediarios o papeleos burocráticos que enmarañen o retarden los procesos ya es una ganancia.

Las innovaciones tecnológicas son las que han marcado la pauta de qué debe hacer la gente con su dinero y cómo esta debe aumentar sus ganancias. Permítanme hacer una digresión. Necesariamente me ubico en mi país y esto implica reconocer que no estamos haciendo pininos en esta materia, quizá ni siquiera hemos nacido para este tema, sin embargo, esto no nos excluye de poder convertirnos en un caso inédito, dada nuestra propensión a romper esquemas y dado además que tenemos alta representación en esta red de Steemit y que concursos como este permiten abrir una brecha en el pensamiento para que estos temas vayan teniendo cabida.

Como venezolana, cuando recuerdo el comportamiento de mis coterráneos y lo que históricamente se cuenta de ellos, con respecto al uso del dinero, conseguimos la desconfianza como el primer elemento que nos constituye, lo que originó una resistencia para dejar en manos de otros el producto del trabajo responsable, o sea, las ganancias obtenidas. Esconder en un colchón o inclusive, en latas bajo tierra, forma parte del repertorio de métodos utilizados. El rechazo a dejar en entidades bancarias las fortunas acumuladas era la constante, algo de razón se tendría, si observamos cómo la corrupción e impunidad permitió el robo de ahorros a muchas personas en entidades bancarias ya desaparecidas.

Hubo también mucha aprensión a la hora de hacer uso de los telecajeros y demás elementos tecnológicos y electrónicos para hacer retiros, depósitos, transferencias bancarias y demás operaciones mercantiles. A esto se suma la lentitud de los procedimientos y la cantidad de barreras para lograr tener éxito en la resolución de un problema, que ameritara una transacción de esta naturaleza.

Por ejemplo, para comprar un vehículo debía consignarse una cantidad de documentos, y trámites que significaban varias visitas a la institución bancaria, muchas veces con la frustración de no obtener el resultado esperado.

La DeFi traería consigo la obtención de un bien, con mínimo gasto de tiempo, costos, burocracia y con la eficacia que da el que todas las operaciones estén de manera visible para quienes participan de la transacción.

Entiendo que el contrato inteligente que se realiza dentro de las finanzas descentralizadas retoma la visión del acuerdo personal, de la palabra empeñada en tiempo real, donde de manera responsable entregas y recibes según lo pautado, sin que haya ningún tipo de intervención externa.

Esto significa un nuevo cambio de paradigma, que implica, a su vez, una resistencia natural en quienes han tenido como herencia idiosincrática el recelo y la suspicacia como forma de intercambio previo a cualquier trámite, lo que ha llevado a hacer uso de abogados o gestores para estar en la operación de compra, venta, traspaso o de otra índole que implique bienes o dinero.

De DeFi me entusiasma la pulcritud y transparencia que se deriva de estos intercambios, todo queda visible, expuesto, libre y abierto, que garantiza la blockchain, donde no queda lugar para la trampa manifiesta.

Esto no implica que no se tenga cuidado, siempre habrá quien quiera sacar ventaja, haciendo mal uso del conocimiento que tiene. (Ese es otro tema.)

Intento con este acercamiento a las DeFi, abrir mi pensamiento a otras maneras de intercambio y asumir que un día no muy lejano uno de mis nietos me dirá que compró un terreno, un vehículo, adquirió un crédito o un pasaje para conocer un país, gracias al uso de algún tipo de criptomoneda dentro del sistema DeFi.