Hola amigos de steemit, gracias por leerme, les traigo otro relato corto inspirado en la fotografía del Spanish Challenge

La lluvia golpeaba fuertemente las ventanas, como preguntándome por ella, como castigándome por su ausencia, y ¿qué podía hacer yo más que llorar con el cielo?
Siempre mí mejor amigo me ayudaba con estas situaciones, cómplice de locuras, socio de aventuras, y el padrino de mi boda, mantuvimos contacto hasta poco después de que mi esposa falleciera, jamás supe porque dejo de contestar mis llamadas o mensajes.
Sentía que escribir cartas para mi difunta esposa no era suficiente así que comencé a escribir sobre la relación que tenía una pareja joven, olvidaba por momentos que yo no existía para nadie. Qué frágiles son las relaciones, sé cuan apegados podemos llegar a ser en ellas y cuánto podríamos sacrificar.
Vivíamos en una pequeña casa donde la madera crujía de noche y de día los pájaros hacían su trabajo: Cantar. Yo les alquilaba a estos enamorados de papel un pequeño cuarto que quedaba en la primera planta, usábamos la misma cocina pero teníamos horarios tan distintos que apenas cruzábamos unas palabras, de un tiempo para acá simplemente no nos topamos y si lo hacemos o me ignoran o me he vuelto demasiado viejo para estos chicos que ven el mundo distinto.
La relación que tenían era extraña, de esas cosas que repudio, fingían quererse besándose y apenas cogiendo, a escondidas tenían a personas que realmente amaban, pero no soy nadie para juzgarlos.
Yo sin mi amada... y esta pareja perdiendo el tiempo

-¡Ámense coño! – Pensé. ¡¡¡Relaciones de mierda!!!

Grité haciendo que un eco recorriera la casa, los pájaros que siempre se posaban en mi ventana huyeron despavoridos dejándome como nadie merece estar. Solo...

“Te dedicaría la música que hace la lluvia al caer en las hojas de los pinos de los bosques que amas, te dedicaría la música de las olas cuando sube la marea, y ¿sería muy anticuado si te dedico también el canto de los pájaros? Sé que me dedicarías la música de tu risa si estuvieras aquí a mi lado.
Te extraño. Ahora sólo tengo tus retratos para besarlos…."

Una lágrima recorrió la mejilla sonrojada de la chica mientras observaba al hombre que pensaba que amaba leer esta carta.

-Qué amor tan perfecto tenían, eran tiempos distintos. Llegue a conocer al viejo, a veces hablábamos, aún quedan fotos de ellos en la casa, no pienso quitar sus cosas; desde que falleció intento ver esta casa como mía pero esta lejos de serlo. Su espíritu sigue aquí. Dijo la chica anhelando un romance tan sincero y misterioso como para hacer que un hombre escribiera cartas de amor.

-Si lo sé, siempre te dije que en esta vieja casa espantan, múdate conmigo... Daría todo por tenerte.
-No puedo, sabes que no es tan fácil. No es como las aves cuando quieren volar que solo baten sus alas.. contestó entre risueña y pícara
-Tu mirada dice otra cosa mi corazoncito de melocotón
Y entre risas se amaron un rato más, él se fue al poco rato dejándola a ella soñando con esa relación perfecta.

"Amor, es simple, no haces daño, quienes lo hacemos somos nosotros mismos, creo que no llegamos a entenderlo por completo. Recorro la casa buscándote, siento que me pierdo y ya no sé si estoy despierto o estoy soñándote, quisiera que mi realidad fuera distinta, los días se me hacen eternos, te veo en los pasillos como una estrella fugaz de esas que amabas.
He vuelto a los lugares que amamos, son distintos sin ti, amor.
Como Napoleón, Siempre Tuyo, Siempre mía, Siempre nuestros”

Y el viejo tomó la carta en su mano, la cerró en el puño, arrugándola y lanzándola al suelo, intentando contener las lágrimas con impotencia pues ya sus ojos eran cascadas.

-¿Sabías que el antiguo dueño de la casa se opuso a una boda con su mejor amigo? Por accidente, claro. ¡Se casaba la prima de su futura esposa! ¡Allí se conocieron! – dijo la chica un poco emocionada. A su vez, tenía esa mirada intrigante… la misma mirada que te queda luego de ver la película Interestelar.
-No, cariño - Respondió el esposo desinteresado, con toda su atención concentrada en la tablet y su café. Ni se inmutó.

-A veces siento que el antiguo dueño sigue aquí... que está en los pasillos, que grita cosas, que busca a su esposa...

La chica tenía la mirada perdida mientras iba armando las frases. Sus labios por un momento quedaron entreabiertos como si quisieran decir más pero no pudiera.

El esposo levantó la mirada, suspiró y la ignoró. No se fijó en las ojeras que tenía por trasnocharse leyendo las cartas del viejo; ella, sólo siguió ensimismada en sus pensamientos de una relación ideal, tan perfecta, que era inalcanzable para ella.
Comenzó a obsesionarse, cada tarde desnudos, abrazados y fatigados hacia que su amante le leyera carta por carta, relato por relato… quería averiguar más.

-...como Napoleón, siempre tuyo, siempre mía, siempre nuestros... – leyó su amante con su voz gruesa y suspenso.
-Quiero un romance de estos: se conocieron por una locura y fue amor instantáneo. Ojalá viniera en sobres como el café.
-Pero me tienes a mí. Podemos fingir que compras un sobre y cuando lo abres ¡puff! Soy yo. Puedes decir que es el destino, si quieres – Dijo su amante, con la sonrisa pícara que volvía loca a la chica con que estaba.

El amante era como sacado de uno de esos cuentos que vienen en la parte de atrás de los cereales, como de las historietas cortas de los domingos que desaparecieron. Tenía una barba imponente, usaba lentes que lo hacían ver guapo, pero la verdad es que la chica amaba las ojeras tras esos marcos negros para sus ojos color café.

-Es una relación perfecta, ideal. Es clásica, no empalaga y... lo he pensado mucho, voy a divorciarme, disfrutare contig...

Y se calló de súbito, levantó la mirada, alerta, no pudo terminar la frase. La puerta de la habitación se abrió, tras el umbral estaba su esposo. Su mirada perpleja, quebrada, no sabía cómo reaccionar. ¿Acaso era su esposa con su mejor amigo? ¿Acaso debía sentirse aliviado porque él también la engañaba?

“Los días me pasan lento, he perdido por completo la noción del tiempo, coloco las cartas en nuestra vieja cama rogando que algún día vuelvas y las leas…“

Y lo interrumpió una fuerte explosión que estaba seguro que provenía de la cocina, bajó las escaleras con la mente llena de disparates que se disiparon cuando entró en la cocina, apenas podía ver a la luz del día menos podía ver con todo lleno de un denso humo
Se detuvo en el umbral y una silueta estaba de pie con la espalda recostada en la isla de la cocina, sus brazos rodeaban su figura abrazándose en medio del caos.

-Sé que estás ahí viejo… - dijo ella en un hilo de voz

Luego del incidente de la casa me cuesta creer lo sucedido, entender el incendio provocado por la ira de un hombre que no me amaba. De la casa no quedó nada pero si me esfuerzo puedo estar tranquila imaginándomela, el viejo no me ha dejado sola, creo que iremos por El camino juntos. Nos han mostrado el portal “La luz” como muchos dicen, es la hora de irnos.
Antes de irme fui al lago, frente a la casa para despedirme de todo y de todos, observé mi tumba y luego el cielo... Sólo ahí entendí que la vida se tiene que disfrutar cada segundo, como el vuelo de las aves.
Y para mi sorpresa miles de aves llenaron el cielo, cada aleteo era un segundo de perfección que entendí muy tarde. Ojala con esto que escribimos aprecies más cada segundo cada vida.
Atentamente… El viejo y yo, que fui una vez una chica como tú”

Gracias por leerme ¡si les gusta y le dan Resteem me ayudarian muchisimo!

Fuente de la fotografía utilizada! La cual fué proporcionada para el spanish challenge #19