En 1925, en vista de que el recién electo Consejo de Weimar, el cual cayó en manos de los ultraderechistas, le retiró el apoyo económico y le solicitó la renuncia a varios maestros, la escuela se trasladó a Dessau, un poco más al oriente de Alemania. En 1933 es nombrado canciller Adolf Hitler y en marzo el Partido Nazi gana las elecciones. Una de las medidas tomadas fue el cierre de la escuela por lo que Ludwig Mies van der Rohe, el director por los momentos, decide trasladar la Bauhaus hasta la capital, Berlín, funcionando con fondos propios. Pero, a pesar de proclamar su neutralidad política, este intento sobreviviría solo hasta abril de ese mismo año.

Tras la llegada del Nazismo al poder, buena parte de los integrantes de la Bauhaus decidieron emigrar hacia los Estados Unidos en donde procuraron darle continuidad al proyecto. László Moholy-Nagy fundó la New Bauhaus en Chicago en 1937. Diversas fueron los intentos de reencarnar la escuela, pero la de Chicago fue la que más respetó el programa de estudios original. En 1951, y también siguiendo los lineamientos fundacionales, Max Bill, escultor y arquitecto suizo funda en Ulm, al sur de la República Federal Alemana, la Hochschule für Gestaltung, la Escuela Superior de Diseño, que pronto recuperaría la denominación de Bauhaus, diferenciándose de la inicial con el nombre de Neues Bauhaus, Nueva Bauhaus.

De acuerdo a las ideas de Gropius y de lo que para aquel entonces se llamaba Ministerio de Educación Pública, la Bauhaus debía convertirse en el eje principal de una radical reforma educativa, que programaba la síntesis de una formación integral que combinara de manera orgánica lo artístico-intelectual con lo práctico-artesanal, con la visión a largo plazo puesta en fomentar una cooperación práctica entre el arte y la industria y, en última instancia, una revolucionaria transformación de la relación entre arte y vida, desarrollando una configuración social de la idea misma de creatividad.

László Moholy-Nagy. Balcones de la Bauhaus, 1925. Gelatina de plata. 8,2 x 6,1 cms. Colonia, Museo Ludwig. Donación Gruber. Fuente

En correspondencia con esta intención de congregar el arte y la técnica en una sola disciplina, fueron convocados a enseñar maestros de la forma y maestros artesanos conjuntamente y sin mayor jerarquización. Para configurar la parte sustantiva, la relación ente la forma y la función, siendo esta la que definía aquella, y sobre todo para cumplir una de sus metas más importantes como lo era independizarse de los subsidios del Estado mediante la venta de los productos elaborados en la Escuela, se estableció una nueva relación entre las diversas áreas como lo fueron la arquitectura, la fotografía, el diseño, la pintura, la escultura, el teatro y el ballet.

Entrada a la antigua Bauhaus. Fuente

Para conformar un equipo docente que permitiera un balance entre el uso y la estética fueron congregados artistas como el pintor y fotógrafo Lyonel Feininger (1871-1956); el pintor y escultor Gerhard Marcks (1889-1940); el pintor Paul Klee (1879-1940); el pintor Oskar Schlemmer (1888-1943); el pintor Wassily Kandinsky (1866-1944); el escritor, diseñador, pintor y profesor de arte Johannes Itten (1888-1967); y el fotógrafo, pintor, profesor y diseñador visual Lászlo Moholy-Nagy (1895-1946).

Wassily Kandinsky, Storeys, 1929. Óleo sobre cartón, 56 x 41 cm (22 x 16 ¼ in) New York, The Solomon R. Guggenheim Museum. Fuente

Digno de resaltar fue la importante participación que tuvieron las mujeres en este proceso formativo y creativo. Así, podemos mencionar a la arquitecta y diseñadora de interiores Lilly Reich (1885-1947), cuyo trabajo fue fundamental para definir lo que sería la Bauhaus; la pintora, escultora, fotógrafa y diseñadora industrial, sobre todo en metal, Marianne Brandt (1893-1983); la tejedora y diseñadora textil Gunta Stölzl (1897-1983); la también diseñadora textil y tejedora, y grabadora Anni Albers (1899-1994); la única mujer arquitecta y urbanista, Lotte Beese, (1903-1988); y la diseñadora y fotógrafa Grete Stern (1904-1999).

Lotte Beese: Autorretrato con camara (silueta), 1927. Fuente

La fuerza creadora y la capacidad para innovar de estos pintores, diseñadores, arquitectos, fotógrafos, profesores y escultores le parecieron a Walter Gropius especialmente fructíferas para consolidar sus planes de lograr una reestructuración en los campos de la artesanía y de la producción industrial en serie. Para resaltar la importancia de la Bauhaus para todo lo que ha sido la vida en la era contemporánea se puede decir que fueron los fundadores de lo que hoy conocemos como diseño gráfico e industrial. Antes de la Bauhaus simplemente no existían estas dos profesiones.

Marianne Brandt, tetera, 1924. Fuente

Wilhelm Wagenfeld, Karl Jacob Jucker, lámpara de mesa. Versión en metal, 1923 – 1924. Fuente

Marcel Breuer, silla reticular, 1922. Fuente

Por otra parte, la escuela instauró los principios académicos, los patrones y las bases normativas de todo lo que ha sido la nueva Arquitectura Moderna. Por último, y tal vez lo más trascendente, cumplió un papel fundamental en la incorporación de una nueva estética, basada en lo funcional, que abarcaría todos los ámbitos de la vida de las personas, “desde la silla en la que usted se sienta hasta la página que está leyendo”, como diría Heinrich von Eckardt.