Sinceridad un arma de doble filo

El día de hoy quiero hablarles de la sinceridad como virtud y defecto. En ocasiones perdemos la perspectiva de la sinceridad y la convertimos en un arma bastante filosa.

La sinceridad es considerada una virtud, puesto que no para todas las personas es muy fácil ir por la vida diciendo todo lo piensan y siendo quienes realmente son, para ser sinceros tenemos que empezar aceptándonos tal cual como somos, con todos nuestros defectos y virtudes, no es sincera aquella persona que se considera perfecta, que no se equivoca y que siempre tiene la razón ¡entonces! si tenemos errores y no los aceptamos ¿Cómo podemos ser sincero con los demás? Ser sincero requiere de serlo en todo los aspecto de nuestras vidas por insignificante que creamos que sea, esto hace que las personas tenga un concepto diferente de quienes somos y como actuamos ¿A quién no le gusta establecer relación con una persona sincera? ¿Cuantas veces no preferimos contarle nuestros problemas o pedirle una opinión a alguien porque sentimos que puede ser sincera? y muchas veces rechazamos a alguien porque sentimos que sus respuestas y forma de ser son falsas e hipócritas. Todos en nuestras vidas anhelamos que las personas sean completamente sinceras con nosotros, sentimos más confianza de una persona que suele ser honesta en comparación con una que denominamos “Política” ¡pero sabemos que esto no siempre es así! Por tal motivo tenemos que trabajar en la manera en como la forma de actuar de otros nos pueda afectar o hasta donde bebemos dejar que nos afecte.

Ser sincero requiere de mucho coraje y aceptación para con nosotros y las demás personas. Vivimos en una sociedad donde ser completamente sincero puede afectar tu relación con otros, en una sociedad donde las mentiras blancas o piadosas están bien vista y donde una persona completamente honesta y abierta es juzgada, Tengo que ser sincera en varias ocasiones las mentiras piadosas han librado de muchas cosas, pero pienso que ser honesto no cuesta y es un aspecto que debemos de tomar para nuestra vida diaria.

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A todos nos molestan las personas hipócritas y falsas, pero ¿En algún momento nos hemos puesto a pensar cuanta veces hemos mentido? escudándonos que son mentiras blancas, en ocasiones sentimos que los niños son crueles porque no tienen pudor ni tacto para decir lo que piensan y excusamos eso con que son niños, ¡No! La verdad es que son sinceros y ya. Solo que en ocasiones la verdad duele y sé que esto se debe trabajar, pero duele menos una verdad al instante que una mentira por años. Hay padres que mienten y mienten a los niños por evitarles un sufrimiento y no saben que con esto están aumentando el sufrimiento a medida que pasa el tiempo, en ocasiones subestimamos el entendimiento y aceptación de los niños en muchos aspecto de nuestra vida.

Que quiero decir cuando digo que la verdad en ocasiones puede ser una arma filosa

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Si bien la verdad te libera y te hace vivir la vida más plena y saludable, es bueno recordar que hay ciertas verdades donde hay que tener tacto para decirlas y esto es lo que nos debe diferenciar de los niños.

Por ejemplo si notamos a alguien que ha aumentado mucho de peso y nos pregunta que opinamos, debemos decirle ¡Si noto que has aumentado de peso deberías hacer un poco de dieta y ejercicio! Y no decirle ¡Si estas gordísima estas a punto de reventar deja de comer porque vas a explotar! Si nos dan un obsequio que no nos gusta lo ideal es decir ¡Muchas gracias por tu detalle qué bueno que te acordaste de mí! a decir ¡Esto esta horrible, no me gusta, llévatelo! En ocasiones tenemos que manejar la sinceridad de una manera que no afectemos a otras personas, dejarla de usar de una manera para descargar su ira y frustración. Hay muchas personas que solo son sinceras cuando tienen un ataque de rabia y solo sale de su boca veneno, es por eso que es preferible ser sincero siempre a solo esperar el momento de una rabieta para empezar a soltar verdades hirientes.

Personalmente me considero una persona sincera y esto en ocasiones me ha costado amistades, porque no a todas las personas les agrada escuchar una verdad, pero yo con esto me siento conforme porque sé que una persona que no me acepta con todos mis errores y no asume los suyos, no podemos ir en el mismo carril, pero siempre trato de ser prudente en mi tono y la manera en como decir una verdad. Es mejor maquillar una verdad a decir una mentira blanca según mi concepto, pero mi esposo es de esas personas que se pasan de sincero y en ocasiones no hallo donde esconderme cuando dice sus cosas, es de esas personas que si no le gusta tu comida, no duda en decirte que esta horrible que no sabe que te paso mientras yo digo tranquila estaba bien solo que en ocasiones te ha quedado mejor.

Bueno querido amigo espero les halla gustado mi post y trabajen en la sinceridad pero con prudencia.

Bendiciones para todos.