¿Estamos realmente progresando?

En la sociedad moderna, especialmente en Occidente, se tiende a ver el pasado como algo totalmente inferior al presente, esto debido a que se tiene una visión lineal y secuencial del tiempo, en la cual el hombre y las sociedades van ascendiendo continuamente, paso a paso, hasta llegar a un futuro utópico que se encuentra en nuestro imaginario. Hoy es mejor que ayer, pase lo que pase, nos encontramos un paso por delante, y mañana inevitablemente será mejor que hoy. El pasado es inferior y el futuro es superior, o al menos así creemos.

Palabras como "primitivo" o "anticuado", tienen indudablemente una connotación negativa que le atribuye inferioridad, por el contrario, palabras como "futurista" e inclusive "actual", están asociadas usualmente con connotaciones positivas y de superioridad.

Esta visión de carrera, en la que cada día estamos más cerca de la meta, no ha sido popular siempre. En la Antigua Grecia, por ejemplo, según algunos autores como Hesíodo e inclusive Platón, el hombre en vez de progresar se estaba degenerando, el mito de las "edades del hombre" postula que el humano había atravesado distintas épocas, desde la Edad de Oro, en la cual el hombre vivía como los dioses, sin problemas de ningún tipo, siempre jóvenes, fuertes, sabios, y sin conocer el mal, atravesando las edades de Plata, Bronce, de los Heroes, en las que se iría corrompiendo progresivamente (excepto en la edad de los Héroes), hasta llegar finalmente a la Edad de Hierro, en donde no había honor y abundaba la ignorancia, los dioses habían sido olvidados, y la maldad, la perversión, el materialismo, y la injusticia gobernaban, los hombres virtuosos se irían extinguiendo, y los malvados tratarían de perjudicarlos mediante engaños de todo tipo.

En Roma, a través de Ovidio, se introduciría un mito similar, aunque con solo cuatros edades (suprimiendo la de los Héroes).

Los Vedas (y subsecuentemente los hindúes) también tenían una visión similar, en la cual el mundo se dividía en cuatro eras (Yugas) que iban degenerándose poco a poco; desde Satya Yuga (Edad de la Verdad), hasta Kali Yuga (Edad de los conflictos).

Muchas de estos mitos se basaban en una visión no lineal de la historia, sino cíclica y en algún grado circular, el hombre se degeneraba desde su creación hasta llegar a un punto de caos total, y dependiendo de la cultura, el mundo se destruía y renacía (como en la mitología nórdica) o volvía a progresivamente a alcanzar su estado de plenitud (como en el vedismo), proceso que se repetía ad infinitum.

Lo curioso de estas mitologías y creencias antiguas es que usualmente median al hombre por sus ideas, valores, moral, costumbres, e inclusive, por la felicidad, mientras que hoy al contrario, las estaríamos midiendo por riquezas materiales, niveles de producción, desarrollo industrial, PIB, etc.

Escuchen a los entusiastas futuristas y verán como todos al hablar mencionan una utopía tecnológica en donde no existen problemas, no porque el hombre sea más moral o más ideal, sino porque la tecnología los evitará.

Solo hay que fijarse en la lógica por la cual se busca resolver los problemas en la modernidad; si aumentan las violaciones o la perversión juvenil, la solución es el aborto, más no el cambio cultural. Si aumentan los crímenes o problemas vinculados con las armas, la solución es la prohibición del acceso a las armas, más nunca el cambio social.

Estamos llegando al punto en el cual veamos los problemas sociales como únicamente materiales, y las ideas, la moral, y todo lo que es invisible en un hombre, pero que es latente y lo compone, es echado a un lado e ignorado.

Personalmente no veo la historia de la misma forma que los antiguos griegos, romanos, vedas y demás, yo creo que debe existir un balance entre la riqueza material y la riqueza ideal. Tal vez yo me encuentre muy degenerado para ver lo que ellos vieron, es posible, como es posible que el tiempo nos haya dado otra percepción, es posible también.

Pero es inevitable, para mí, mencionar que cuando los Estados Unidos declaró su independencia en 1776, llevó al mundo a un avance que no se había visto desde más de mil años atrás, y volvió a introducir en el vocabulario, de forma real, la palabra libertad. Este simple acto rompería con un proceso de degeneración cuasi-determinista, pero tampoco significaría por el contrario el inicio de un proceso de progreso similar.

Creo que la historia es un proceso muy complejo, y las sociedad así como el humano dependen de tantos y diferentes factores, que es imposible medir con precisión los avances y retrocesos, por lo que a su vez, hacer una predicción de un progreso eterno, o de una degeneración eterna, es bastante descabellado.

La sociedad humana no es una línea recta de avance continuo en donde cada día estamos mejor, y tampoco es una línea en declive que muestra la decadencia humana con respecto a sus antepasados, sino que se trata de una gráfica de líneas que pueden parecer aleatorias, en donde a veces progresamos y a veces retrocedemos, en donde cada cierto tiempo cambiamos de rumbo y nos dirigimos hacia diferentes direcciones, y en la cual podemos comparar a sociedades de hace miles de años con sociedades modernas y percatarnos de que, además de las simples cuestiones materiales, ellos pueden estar, o no, adelantados a nosotros.

Me atrevería a decir que los Estados Unidos de hoy, como todos los países del continente americano, solo por poner un ejemplo, se encuentran a un nivel inferior al momento en el cual declararon su independencia, porqué si bien poseen más riquezas materiales, idealmente han perdido tanto que muchos habitantes de estas naciones ni siquiera son capaces de comprender una idea como la de la libertad, que fue la base principal de todas estas repúblicas. Con el simple hecho de que el marxismo (es decir, el materialismo por excelencia) haya azotado a toda Latinoamérica durante los últimos 20 años, y que a día de hoy este llegando a los países del norte de américa, me dice que la base ideal de estas naciones se ha perdido.

Escuchen a los padres fundadores y a los libertadores de américa hablar, y notarán como comparan naciones modernas con naciones milenarias, porque en su visión no se encontraban únicamente cuestiones materiales, sino que se trataba, por el contrario, de una forma de ver al mundo ideal.

Tocará a ustedes decidir, en el marco de la subjetividad que presenta este tema, si el mundo como conjunto ha avanzado o degenerado en los últimos milenios, porque depende de la visión, las creencias, y los objetivos con los cuales estén analizando la historia, pues aunque creo en una verdad universal, única e indivisible, lo que indica siempre la existencia de un avance o retroceso objetivo, no soy capaz de adueñármela, son libres de juzgar en base a sus opiniones.

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