Niños ¿seres humanos de segunda?

Tengo una hija de 4 años y continuamente estoy tratando de mejorar como mamá, es por ello que muchas veces reflexiono sobre mi comportamiento hacia ella, cómo puedo mejorar cada día en ese rol, porque como muchas me equivoco. Ella es una niña muy habladora, le gusta contarme historias y es increíble como muchas personas que por cualquier motivo están presentes en ese momento, interrumpen cuando mi hija está hablando, como si ella no existiera o no tuviera derecho a expresarse como cualquier otra persona, eso unido a cuando quieren saber algo sobre ella; no se lo preguntan directamente a ella sino a mi, como si mi pequeña no fuera capaz de contestar. Cuando veo estas actitudes mi juicio no es sobre si está bien o no esa actitud, sólo que me intriga saber ¿por qué los adultos se comportan de esa manera frente a los niños?, ¿será que en verdad piensan que ellos no pueden expresarse por sí mismo o no merecen ser respetados como cualquier otro ser humano? Porque definitivamente en presencia de otros niños, esos pequeños seres humanos, no hacen ningún tipo de distinción, respetan la palabra y se dirigen hacia ella como cualquier otro interlocutor.

Existen otros asuntos mucho más graves hacia los niños, como son el maltrato, el abuso en cualquiera de sus formas, la mayoría de los casos infringidos por sus propios padres o tutores, porque en nuestra  “civilizada humanidad” los niños les pertenecen a los padres, como si de objetos se tratara, ni hablar de los asesinatos para vengarse de la pareja, para utilizar sus órganos porque son los más idóneos para un transplante y como si esto fuera poco cruel, el consentimiento legal  (legal no es sinónimo de correcto) del asesinato de las criaturas que aún no nacen.

Cuando uno ve la interacción de los animales con sus crías, la gran mayoría de las veces (existen sus excepciones como los humanos)  las crías son protegidas con esmero por sus padres, por una razón netamente biológica pero no por ello menos importante,supervivencia de la especie cuidan a sus hijos desde el momento en que los conciben, tomando medidas inteligentes como poniendo huevos en lugares inaccesibles para sus depredadores, el macho construyendo el nido o madriguera para que la hembra pueda parir allí su camada, cuando nacen les suministran los suficientes cuidados para que puedan lograr un mínimo de desarrollo antes de lanzarlos a vivir sus propias vidas; ellos no necesitan ser genios para saber que si no ponen suficiente empeño en apoyar a sus hijos para que se desarrollen y crezcan, ellos como especie simplemente claudican, se esfuman de la faz de la Tierra.

En conclusión, como adultos pero sobre todo como seres civilizados debemos hacer conciencia sobre la importancia de los niños para la Humanidad, para ello  es necesario apoyar las leyes que los protejan así dentro de nuestro planes no esté el ser padres, reportar los casos de abusos pues con nuestro silencio protegemos al malvado, no creo que sea locura pensar, que el seguir tolerando el asesinato, el abuso, el maltrato o crianza de los hijos sin amor  (eso incluye reemplazar tiempo por cosas materiales)  está cimentando la decadencia de nosotros como especie, nuestra civilización difícilmente trascenderá, por lo menos no de la manera como algunos soñamos.

En estos momentos es cuando pienso, la gran verdad que encierra  aquella canción que sonaba hace algunos años interpretada por ese gran cantante Roberto Carlos “Quiero ser civilizado como los animales”.