You are viewing a single comment's thread from:
RE: El Maestro del Juego de la Oca (Novela) V
Me hace gracia imaginar a los niños que jugaban a ser atacantes, como unos pequeños Sísifos, venga para arriba, venga para abajo. El conjunto de rocas solitarias es impresionante, la de cosas que contarían, si pudieran.
Hasta los niños reconocen que el papel de Sísifo no es para ellos, pero muy buena comparación. Ese lugar es extraño. Está situado como a un kilómetro de Señuela y parece el resto de un mundo que perdió el sitio y lugar hace miles de años. Seguramente, la mayoría de sus secretos hace siglos que salieron a la luz, cuando bien de casualidad o por asociación (lugares así, siempre tenían fama de embrujados y de ocultar tesoros) muchas cosas se escabulleron en bolsillos particulares. Pero, imitando a Louí, en Casablanca: siempre nos quedará una buena especulación.