Chamanizando

Los chamanes siempre han sido muy estimulantes para mi pensamiento, pues me inspiran comprensión acerca de las posibilidades más elevadas e intensas para mi vida interior. La habilidad de vivir sobre la línea que separa los dos mundos de la experiencia psíquica, de explorar libremente entre el mundo onírico y el mundo material, es fundamental para sanar nuestros peores desórdenes como sociedades e individuos.

Pero el rasgo que más me atrae de la práctica chamánica es que ella implica una espiritualidad firmemente basada en la experiencia directa de cada individuo, que disfruta la oportunidad de sostener una espiritualidad personalizada, adaptada a sus necesidades y cualidades como practicante, según el flujo natural de su propia consciencia, de su independencia y su creatividad, completamente libre de dogmas.

Eso parece mucho más importante cuando observo a nuestro mundo repleto de charlatanes y manipuladores, que utilizan religiones instituidas para explotar a los pueblos. En oposición, mi reacción es incitar a la reconquista de nuestras propias vidas espirituales por medio de las herramientas que existen naturalmente en nuestras propias psiquis. Hablo de un autonomismo espiritual (o autodeterminación espiritual), que juega un papel central en mi propuesta filosófica.

Estaré explicando mis perspectivas y prácticas sobre el chamanismo en próximas publicaciones, como parte de mi serie acerca de las columnas filosóficas de mi obra.

Realicé a este personaje desde un borrador rápido que había dibujado hace algunos años, a partir de una ilustración sobre un alienígena que encontré en un libro cuyo nombre ahora no recuerdo. Luego comencé a desarrollar mi propia versión del personaje, pero mi psique me arrastró a la creación de un místico antiguo en estado de trance.

Utilicé lápiz y marcador rapidograft para dibujarlo, y luego hice algunas rápidas pruebas de color con acuarela, en varias copias del borrador. Posteriormente lo digitalicé y le di color a la obra final por medio de Gimp.

Él se encuentra en una atmósfera de luces tenues, para producir una sensación de calma y relajación... y sus ojos son puertas que conducen a los otros mundos donde está viviendo su trance místico, cosechando conocimientos por el bien de la Tierra y la sanación de la humanidad.

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Realizaré otras publicaciones sobre chamanismo y podrías seguirme si deseas mantenerte informado fácilmente; pero mientras tanto, si estás interesado, podrías disfrutar este vídeo de una charla de T. Mckenna sobre la cosmovisión de los chamanes, y cómo ella los libera de las limitaciones de la cultura.