Tristemente hermoso este relato . Es inevitable sentir los sobresaltos de la Señora Altagracia cuando cae la noche. Es un pálpito que galopa el lector que, aún sabiendo el futuro que ha de esperarle a Cagá, se une en plegaria a ella para que esta noche no sea el final. Tienes el don de la palabra. Muchos éxitos.
Gracias, mi querida @solperez. Es un futuro desolador la de estos personajes y la de nosotros como venezolanos. Nos seguimos leyendo por aquí.