EN BLANCO Y NEGRO...alucinaciones musicales.

Hay músicas, canciones  y letras, que al ser escuchadas, sentidas, nos trasportan a otros tiempos, incluso quién sabe si más allá de aquel primer momento de esta  vida. Esto  me ha pasado  con esta canción del video que  adjunto. Os invito a escucharlo mientras leeis este breve relato, a modo de banda sonora.    ESCUCHAR AUDIO    abrir en otra pestaña

image source: Fernando "seisgés" Ramos.   Collage, con agradecimiento a @sulev por la edición fotográfica.                                                                                                                                                       

Nunca antes  la había oído ,  la encontré por casualidad  trasteando  por Youtube hace unos días. Canta Antonio Machín acompañado por una banda, de aquellas tan famosas en  los años 40, las Big Bands como  la de Glenn Miller,  en aquellos tiempos en los que  la radio se hacía en directo, cuando nadie tenía televisón. 

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Cerré los ojos  y escuchándola me transporté  a los pocos segundos….Un salón de baile, lleno de soldados y chicas, algunas de ellas  también uniformadas ,   otras con vestidos, peinados y modos al gusto de aquella turbulenta época de cruel guerra…años de Humphrey Bogart,Verónica Lake,  Errol Flynn, Ava Gardner, Clarck Gable, Rita Hayworth, James Steewart….y tantos y tantas otras, años en blanco y negro. 

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Pude verme, con mi uniforme impecable  de joven  piloto de la segunda guerra mundial,   bailando con  una de aquellas preciosas chicas,  una de las enfermeras  de las Fuerzas Aéreas que tanto arriesgaban para cuidar, en el fragor del  frente, de sus jóvenes soldados. Muy  arrimados y acaramelados, como se hacía entonces, poco antes de la llegada de ritmos más bruscos que  romperían, de alguna manera, la magia de unir almas que  había tenido  el swing  hasta entonces.  Sintiendo cada nota, cada acorde, aspirando el agradable y dulce  perfume de aquella guapa y encantadora  muchacha, siguiendo el ritmo que marcaba el  voluminoso contrabajo de la banda,  con nuestros pies y con nuestros corazones que acelerados le hacían el contrapunto….Apurando  cada segundo de estar  con ella, quién sabe si aquellos no serían los últimos bailes, los últimos abrazos,  los últimos besos... 

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En unas horas tenía que  partir con mi escuadrilla al temible frente del  Este, a escoltar bombarderos, a destruir puentes y carreteras, vías de ferrocarril y aeródromos del enemigo… jugándome el tipo junto a mis compañeros de vuelo, afrontando nubes y nieblas, vientos y tormentas, frío y nieve, sobre una tierra desconocida y  en  un cielo hostil;  cruzando entre  las  luminosas cortinas de acero fundido que suponían  para nuestras frágiles monturas aladas los  infinitos chorros de balas y obuses  de  la antiaérea  Alemana. Tal vez  sería derribado, con suerte rescatado por alguna patrulla de infantería aliada y  hospitalizado… y aquella enfermera con la que en ese momento bailaba , sin duda un  auténtico Ángel de la Guarda  con su uniforme inmaculadamente blanco,  como unas alas,  cuidaría de mí y de  mis heridas… o quién sabe si aquellos  cautivadores  ojos  serían  lo último que vieran los míos.  

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Muriendo  en sus brazos, escuchando los latidos de su corazón, recordando aquel último baile, aquellos últimos besos,  mientras ella   me reconforta sujetando mi cabeza  contra su pecho momentos antes de expirar mi último aliento…..solo por  ese instante  merecería  la pena morir  como un héroe,  derribado por  la ominosa metralla nazi.

Pero...son solo  alucinaciones musicales  de un piloto enamoradizo,  otra forma de emocionarse , de sentir cosas que nunca ocurrieron….o  ¿Tal vez si?…   

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