Son diversos los factores que entran en juego al momento de aumentar la productividad de los empleados, fundamentalmente las empresas debe ser liderada por motivadores, que más allá de sus habilidades profesionales, incluyan dentro de sus procesos la emocionalidad de su equipo de trabajo.

Desde un adecuado ambiente laboral, hasta el crecimiento profesional e incluso personal. Para mucho pudiera sonar el “Salario Emocional” como una nueva tendencia, relativamente nueva, cuyo propósito es hacer que los trabajadores sean más productivos por medio del “Sueldo Emocional”. Lo cierto es que esto es una práctica que muchas empresas han llevado a cabo desde hace tiempo y han obtenido un considerable aumento en la productividad de sus empleados.

Pudiéramos decir que el “Sueldo Emocional” es la retribución que una empresa aporta a su trabajador, la cual no es económica y no tiene incidencia en los cálculos legales. Esta retribución busca mejorar la calidad de vida, a través de la satisfacción de ciertas necesidades personales, familiares y profesionales.

Algunas empresas han optado por ofrecer días de trabajo en casa “Home Office” a sus trabajadores, diplomados pagados por la empresa, disponer espacios de entretenimiento e inclusive disponer de ciertas atenciones como proveer café, galletas durante la jornada laboral.

Muchos directivos consideran esta estrategia como un gasto que no genera una ganancia palpable. La realidad es que este tipo de estrategias, pudieran considerarse parte del “EndoMarketing” la cual busca generar impacto positivo en la productividad de la empresa.

Cuando nuestro cliente interno está satisfecho, se percibe cómodo y a gusto en su lugar de trabajo, definitivamente tendrá mejor desempeño en sus tareas laborales, inclusive su creatividad aumenta y puede ofrecer soluciones y estrategias de alto impacto positivo para la organización.

Otra ventaja del “Sueldo Emocional” se deriva como acción de endomarketing, y ayuda a transformar a los empleados en embajadores de marca, que siempre hablen bien de la empresa y la proyecten positivamente con el resto de las personas.

En momentos de crisis financieras, muchas empresas por recortar gastos y el “Salario Emocional” se convierte muy vulnerable a los ojos de los departamentos financieros. Esto supone un gran error cuyo resultado será totalmente contrario al buscado, ya que la productividad de la empresa se ve afectada, generando una importante disminución en los ingresos y rentabilidad de la organización.

Esta última frase pudiera ser un buen punto de partida para un debate, ya que existen muchos escenarios que se deben evaluar en los momentos de crisis, lo cierto es que las crisis son oportunidades y definitivamente más allá de una mala situación, supone un reto de transformación de estrategias que nos mantendrán entretenidos aprendiendo y generando nuevas acciones. Ya que cuando las crisis llegan es momento de cambiar nuestros métodos, romper paradigmas y por sobre todo “CRECER”