Hola, al principio comencé leyendo al hombre puesto en buena estima, pero enseñando también sus vergüenzas con orgullo. Luego, delante de su casa (la real, no la construida con ladrillo) contemplando sus propias decisiones, y sin renunciar a nada...
Me ha transportado, con tintes astrales, a una reflexión del propio hombre como especie y en su suelo.
Un abrazo!
Me has dejado pensando un buen tiempo al ritmo de tus reflexiones, me he quedado imaginando tal cual lo dices al hombre que ostenta sus vergüenzas pero poseedor de grandes virtudes. ¿Quiénes somos y de qué estamos hechos? Tal vez lo descubramos al llegar a casa, la real como bien dices.
Te agradezco mucho este comentario que penetra y abre nuevas líneas en el discurrir del pensamiento, que bueno y que emoción que te haya gustado!!
Te dejo un abrazo Fuerte y por aquí o por allá, nos seguimos encontrando!! :)
Jejeje, comentario reflexivo, cierto! Pero nacido de tu texto! Abrazos!
Yo te mando las mejores energías y vibraciones con otro abrazote!! :D