Siendo que defines la “equidistancia” como la actitud de personas a medio camino entre dos posturas en conflicto y que no toman parte de ninguna. Creo que el equidistante, en la práctica, se anula así mismo, con todo respeto no quiero insultar, ni despreciar una tendencia que es completamente lógica, cuando uno no está de acuerdo con dos posiciones, es normal que existan otras en nuestros pensamientos. Pero en el momento de tomar decisiones hay que definirse y actuar a conciencia, pues con las equisdistancias, no sumas a ningún bando y el resultado es que no te valoran, pues en el mundo real las personas, y los políticos lo son, deciden a su conveniencia.

Por otro lado, no creo que vivamos un mundo radical. Yo no vivo en España, solo he ido de turismo y me parece espectacular (pero eso no es el tema y sigo con lo que iba). En todo caso, lo que sí es un hecho es que las posiciones radicales suelen destacar más, digamos que resaltan más y por ello pueden avivar nuestros sentimientos, bien de aprobación o de repudio y eso lo usan los políticos para que tomemos decisiones por razones emocionales, que son la mayoría de las de veces en las que nos animamos a decidir.

En cuanto al tema de Catalunya no puedo opinar, pues no lo conozco a fondo, solo puedo ofrecer mis mejores deseos, para que consigan un forma de solucionar sus problemas, pues allá conocí personas de gran calidad humana.