Paradojas en tres poemas de Octavio Paz

in #spanish6 years ago

Estimada gente de Steemit: no suelo comentar poesía porque me siento inseguro ante sus formas; sin embargo, estos poemas del escritor mexicano Octavio Paz, ganador del premio Nobel de Literatura en 1990, me han estimulado a un ejercicio crítico del cual espero no salir tan mal parado. Desde hace muchos años disfruto la poesía de Paz, pero tengo dificultades para entenderla. Así que detenerme en estos breves textos cumplió la función de interrogarme a mí mismo haciendo como que interrogo a la poesía de Octavio Paz. En el proceso, tengo la esperanza de haber comprendido algo.

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Octavio Paz. Foto: Jonn Leffmann Fuente

Día

¿De qué cielo caído,
oh insólito,
inmóvil solitario en la ola del tiempo?
Eres la duración,
el tiempo que madura
en un instante enorme, diáfano:
flecha en el aire,
blanco embelesado
y espacio sin memoria ni flecha.
Día hecho de tiempo y de vacío:
me deshabitas, borras
mi nombre y lo que soy
llenándome de ti: Luz, nada.
Y floto, ya sin mí, pura existencia.

En este poema de Octavio Paz, la percepción del día –del mundo, de la realidad, también se podría decir– se expresa mediante paradojas bien conocida por los místicos españoles del siglo XVI. Todo apunta a experiencias que recuerdan, de manera nada inocente, al zen, donde la realidad es y no es, o donde coexiste con su contrario. Lo que es otra manera de decir que no existen los contrarios. Pero es en el final del poema donde el lenguaje paradójico alcanza su plenitud.
El día/tiempo “deshabita” a la voz lírica; es decir, la extraña de sí misma, la enajena, le hace perder su nombre y cualquier otra seña de identidad y la llena de una presencia extraña: “luz”, “nada”.

La Nada: lo que no tiene nombre o no puede ser nombrado, porque su atributo es la falta de atributos. Es, por tanto, lo que no puede ser pensado, sino solo sentido, experimentado. Y en esta experiencia en la que el yo es anulado, se alcanza la más alta cota del ser: “Y floto, ya sin mí, pura existencia.”

En el poema “Mediodía” la luz se niega a sí misma en el momento de su máximo esplendor:

Un quieto resplandor me inunda y ciega,
un deslumbrado círculo vacío,
porque a la misma luz su luz la niega.

Y continúa Octavio Paz:

Dentro de mí palpita, flor y fruto,
la aprisionada luz, ruina quemante,
vivo carbón, pues lo encendido enluto.

La experiencia de la luz parece ser, para el poeta (o, en términos más técnicos y menos empáticos, para la voz poética) una experiencia plena de contradicciones. Aunque la luz palpita dentro de él, es una ruina quemante y un vivo carbón; es decir, un espacio interior donde se reúnen la luz y la oscuridad, lo vivo y lo muerto, que no se resuelve hacia ninguna polaridad, sino que coexisten, reafirmándose cada lado en su contrario. ¿Es posible tal síntesis vital, o estamos sólo ante un fuego de artificio verbal? En realidad no importa; si el poeta no experimenta lo que construye con sus palabras sus lectores sí tienen un atisbo de esa realidad que destruye la dualidad.

El último poema que quiero comentar nos acerca también a una expresión aparentemente contradictoria:

Vida entrevista

Relámpagos o peces
en la noche del mar
y pájaros, relámpagos
en la noche del bosque.

Los huesos son relámpagos
en la noche del cuerpo.
Oh mundo, todo es noche
y la vida es relámpago.

Trato de comprender los versos de Octavio Paz e inevitablemente siento que mucho se me escapa. Sin embargo, el poema tampoco está más allá de toda comprensión, o al menos del intento de comprensión. La imagen de los huesos como relámpagos en la noche del cuerpo puede ser reducida a una comprensión racional: los huesos blancos están en el interior del cuerpo, donde no llega la luz; pero como ya dije, esto sería una pobre correspondencia. Los dos versos finales nos lo revelan así, cuando la oscuridad de la noche se extiende a todo el mundo (y aquí entendemos “mundo” de la manera más extensa posible: todos los territorios, todos los seres, todos los fenómenos, en todas las épocas) y la vida la cruza como un relámpago.

“Oh, mundo, todo es noche” es un grito desconsolado que nos recuerda la muerte en la que inevitablemente todo desemboca; pero no sólo la muerte, sino también la noche del sentido y la noche del espíritu, la desazón de la mente extraviada y el desconsuelo de los sentimientos desperdiciados. Sin embargo, el verso final, “y la vida es relámpago”, se alza vibrante, con sus connotaciones de luz y vida; vida breve, entrevista, como un relámpago, pero digna de ser vivida. Vida y muerte se entretejen, se anudan, y son una misma cosa.

En texto completo del poema Mediodía se puede consultar en este enlace


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GRACIAS POR SU VISITA. VUELVAN CUANDO QUIERAN.

Sort:  

Interesante texto @rjguerra y estupendos estos textos de Paz que comentas... El símbolo de la luz es sin duda uno interesantísimo. Desde Efesios 8 "Mas ahora sois luz en el Señor" quedó desarrollada la idea de luz-divinidad y que este contacto con la luz se convierte en una hierofanía. Lo veo en el texto que comentas en ese "llenándome de ti: Luz, nada". Parece anularse el sujeto al mismo tiempo que se convierte en pura existencia. Debe Paz haber conocido ese célebre texto de Ungaretti: "M'illumino d'immenso". Completamente de acuerdo contigo en el peso de la "experiencia" frente a lo "pensado".

El par de opuesto luz-oscuridad queda superado en la experiencia de la iluminación, poética o mística. Esta capacidad de la poesía siempre me desconcierta y me fascina. Es algo que difícilmente puede lograr la narrativa; y, como narrador, lo resiento.
Gracias por comentar, @chretien.

Leer estos poemas de Octavio Paz son difíciles para quien quiera atinar a comprenderlos.

Ante poemas como estos, cantos a la inconmesurabilidad de la existencia, simplemente me siento mansamente, cierro los ojos, afino los oidos, y me dejo llevar por la idea sublime de saberme viva.

Saludos y fue un placer leerte.

Es un placer tu respuesta, @yaleal. Creo, sinceramente, que tu actitud es la más sabia ante la poesía: afinar los oídos y dejarse llevar hasta la comprensión de la propia vida. Sin embargo, no es tarea fácil.
Muchos saludos.

Interesantes análisis. Coincido contigo, la poesía es esquiva. Esta selección de poemas de Paz es atinada para corroborar la fuerza que adquiere la palabra en sus versos. Gracias por compartir. Un abrazo.

Sí, "fuerza" es una palabra adecuada a los versos de Paz. Siento que hay una especie de rudeza en su decir, que de ninguna manera es descuido; al contrario, es una elección de palabras muy atinadas pero que esquiva la belleza formal más evidente. No sé, me estoy metiendo en cosas que no comprendo bien, pero creo que me entiendes.
Un abrazo, @solperez.

Saludos desde Maracaibo. No es fácil interpretar la obra de cualquier autor. Se corre el riesgo de chocar con su particular percepción de la realidad aunque al publicarla cada poeta se arriesga a ser aceptado o rechazado, aplaudido o criticado. Fuiste valiente al hacer este desglose. Me pasa como a ti para adentrarme entre las lineas y los sentimientos de quienes comparten sus inspiraciones. Igual me ocurre por ejemplo con la Biblia. Seguiré tus pasos.

Saludos desde Cumaná, @moraimagutierrez. Gracias por considerarme valiente. Yo también lo creo. Mi terreno es la narrativa, pero me voy adentrando poco a poco en el comentario de poesía; sobre todo, creo, para aclararme algunas cosas que me inquietan.
Gracias por tu comentario.
También te sigo.

Buen escrito Rubi. No tan fáciles de entender los poeams.

Gracias, @vverde. Bueno leerte otra vez por acá.
Saludos.

Leyendo tu post ahora, @rjguerra. Creo que haces muy buen comentario de los poemas de Paz. En mi interpretación de esos poemas, coincido contigo en los aspectos que resaltas, particularmente en el juego de los contrarios, elemento tan caro a Paz. Tu formación, sensibilidad y sentido crítico es más que suficiente para hacer un acercamiento a la poesía. Gracias por compartir.

El comentario de poesía es algo a lo que me voy acercando poco a poco, @josemalavem. No quiero insistir sobe mis inseguridades a este respecto, pero todavía no me atrevo con los aspectos formales; así que me limito a los temáticos, aun sabiendo que en poesía es muy difícil separar unos de otros.
Tomo tus palabras como un estímulo para continuar ensayando.

Muy interesante tu análisis, que en fin es un acto creativo el tratar de vislumbrar lo que el poeta dice o explica en el verso en un juego de luz y oscuridad y el devenir de la vida, es muy bueno tu trabajo y tal vez necesario para encontrar esa incognita que siempre nos deja Octavio Paz con su poesía.
Saludos @rjguerra.

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