Problemática sobre la Psicología y la Educación: Reflexiones desde los aportes de Edgar Morín

En principio es conveniente recordar que la Educación tiene soporte fundamental en la psicología, de allí que el éxito de la primera dependerá siempre de cuanto se apoye en la segunda. No obstante se hace necesario abrirse a la posibilidad de derrocar paradigmas cognitivos que nos tienen atados a procesos de retroceso que en nada contribuyen al progreso de la humanidad. Es algo como la famosa frase de desaprender para aprender, adaptándonos a las necesidades de nuestro tiempo, no se trata sólo de saber que existen, asumiéndolas como algo imaginario separado de nuestra realidad, es necesario aceptar que están presentes, de manera tal que derribemos nuestro sistemas de creencias actuales y construyamos las que den respuestas a las exigencias actuales. Esto implica varias consideraciones relevantes planteadas por Morín (2000), a saber:

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• Asumir que todo conocimiento (memoria) está continuamente amenazado por el error y la ilusión, en virtud de que el mismo depende de la interpretación, la cual está dada en función de la subjetividad y de la visión propia que posee el individuo del mundo que lo rodea. Ante esto, la educación debe asumir el principio de incertidumbre racional a la luz de la permanente autocrítica.
• La educación debe mostrar o basarse en: el contexto, lo global, lo multidimensional y lo complejo. Todo conocimiento adquiere sentido cuando se ubica en un contexto, por otro lado se debe reconocer una visión hologramática (relación biunívoca todo-parte), a su vez cada fenómeno debe observarse afectado o influido por diversidad de factores (multidimensionalidad), las realidades circundantes son complejas, por lo cual apenas puede lograrse una aproximación a la comprensión de la misma.
• La educación debe estar centrada en la condición humana, reconociendo su identidad terrenal, el humano acumula lo que conserva, transmite y aprende, de allí que el desarrollo humano tiene que ver con lo individual, colectivo y con el sentido de pertenencia de la especie humana, en fin, todos los destinos están entrelazados y son inseparables.
• Comprender la condición humana en el mundo como la condición del mundo humano, no es más que asumir la era planetaria. La educación no puede escapar de esta realidad, por lo cual debe centrarse en la identidad y conciencia terrenal, asumiendo que en la actualidad existen riesgos de destrucción masiva (mundial) basados en riesgos ecológicos y desastres nucleares, todos estos fomentados por la misma humanidad. Se hace indispensable reconocer el indivisible lazo que nos une a la biosfera, asimismo nuestra conciencia espiritual humana abandonando toda intención de conquistar el mundo.
• La realidad de cada individuo está representado en la idea que tenemos de ella, en tal sentido siempre están latentes los riesgos de la ilusión y el error, lo cual genera una inevitable incertidumbre, que debemos aprender a enfrentar mediante la conciencia plena de la decisión y el recurso de la estrategia.
• Comprender es un proceso cognitivo que tiene que ver mucho con la empatía, con el reconocimiento consciente y solidario del otro. El mismo se considera el medio y fin de la comunicación humana, razón por la cual educar para la compresión implica un cambio en nuestros esquemas mentales, y a pesar de las constantes amenazas centradas en la diversidad, representa la vía para la humanización de las relaciones humanas.
• Se debe considerar una ética para la tríada individuo-sociedad-especie, es decir, una antropo-ética de la conciencia y espíritu propiamente humana. Bajo esta visión, se debe trabajar para la humanización de la humanidad, lograr la unidad planetaria de la diversidad, respetar diferencias e igualdades, desarrollar la ética de la solidaridad y la comprensión, concebir la humanidad como una unidad planetaria. La educación debe contribuir a la toma de conciencia de nuestra tierra y además que esa conciencia se traduzca en la voluntad de realizar la ciudadanía terrenal.
  
  
  
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En este orden de ideas, se observa como Morín (2011) plantea una reforma de pensamiento y educación, lo que evidencia una vez más la estrecha relación existente entre psicología y educación. Él afirma que "…todas las crisis de la humanidad planetaria son, al mismo tiempo, crisis cognitivas", razón por la cual un punto de partida cierto tiene que ver con la ruptura de paradigmas cognitivos o ataduras mentales que nos tienen sumergidos en las actuales problemáticas globales. Este crítico afirma que las concepciones parceladas y fragmentarias de la realidad nos impiden ver el todo indivisible, lo que nos han llevado a la autodestrucción. Asimismo afirma nuevamente la urgente necesidad de asumir el conocimiento desde la relación complementaria todo-parte. Morin (2011) señala que los analfabetos de nuestros tiempos no serán los que no sepan leer o escribir, más bien serán aquellos que no desarrollen la capacidad de aprender, desaprender y volver a aprender.


En cuanto a la reforma educativa destaca la afirmación de Morin (ob cit): "no se puede reformar la institución sin haber reformado antes las mentes, pero no se pueden reformar las mentes sin antes no se han reformado las instituciones", lo cual presenta el ir y venir entre el pensamiento y las estructuras educativas entrelazadas en una constante y continua reinvención. Esto implica ir hacia un nuevo sistema educativo en el cual se enseñe la concepción complejizada de los términos, considerando el conocimiento como verdadero en un tiempo y momento preciso. Es claro que el conocimiento en la mayoría de las veces es abstracto, no obstante su existencia es intrínseca, la misma podría desvirtuarse sino se acompaña de lo concreto, es decir, es vital para el estudiante evidenciar en su vida diaria la aplicabilidad de los mismos. Es así como se debe asumir en palabras de Morin (ob cit) que un conocimiento pertinente "…debe mostrar las diversas caras de una misma realidad, en lugar de fijarse en una sola". Es probable que no se pueda accesar a todo el conocimiento universal, sin embargo debemos aspirar a ”un conocimiento multidimensional”.

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Referencias
Morin, E. (2000). Los Siete Saberes Necesarios para la Educación del Futuro. Caracas: IESALC/UNESCO.

Morin, E. (2011). La Vía para el Futuro de la Humanidad. España: PAIDÓS.

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Educación Comparada: reflexiones breves sobre su definición y propósito

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