MEJORA TU VIDA, EMULA AL AGUA

Hola, espero estés muy bien. Estamos a punto de iniciar un nuevo ciclo y que mejor que iniciarlo con una mentalidad más fluida.

Hace algún tiempo, leí una parábola hindú que me ayudó mucho en mi despertar espiritual y que quiero compartir contigo:

Un anciano maestro se cansó de las quejas de su aprendiz; una mañana lo envió a buscar algo de sal, cuando el aprendiz regresó, el maestro le dijo que mezclará un puñado de sal en un vaso de agua y luego lo bebiera,
—Como sabe? —preguntó el maestro
—Salado —dijo el aprendiz
El maestro sonrió, y luego le pidió al joven que tomara la misma cantidad de sal y la pusiera en un lago cercano; los dos caminaron en silencio hacia el lago, y una vez que el aprendiz hizo girar su puñado de sal en el agua, el anciano dijo:
— Bebe del lago. Mientras el agua goteaba por la barbilla del joven el maestro preguntó:
—¿Como sabe?
—Fresco —remarcó el aprendiz
—¿Sabe a sal? —pregunto el maestro
—No —dijo el joven.

Ante esto, el maestro se sentó junto al jóven aprendiz y tomando una actitud seria explicó suavemente:

El dolor de la vida es pura sal, ni más ni menos; la cantidad de dolor en la vida sigue siendo exactamente la misma, sin embargo, la cantidad de amargura que probamos, depende del recipiente en el que colocamos el dolor; así que cuando experimentes dolor, lo único que puedes hacer, es aumentar tu sentido de las cosas, deja de ser un vaso, conviértete en un lago.

El agua, es uno de los elementos más versátiles que existen, es el único que puede transformar su estado a lo que sea; puede ser sólido, líquido o gaseoso; el agua es fuente de vida, fuente de abundancia, es un elemento de cambio, progreso, civilización.

Si pensamos en el agua que fluye a través de un río, este siempre va discreto, lento; y en su paso ayuda a que las plantas crezcan, y mantiene a todos los seres que se establecen cerca de él vivos. El río no atrae atención a sí mismo, no necesita reconocimiento o recompensa alguna, simplemente existe, fluye, moldea caminos, forma una buena relación con la tierra, sin embargo, a pesar de su humildad la vida no existiría sin su presencia.

Si observamos la sabiduría de la naturaleza, y en este caso la sabiduría del elemento agua, veremos que ante las dificultades, el agua también fluye, por ejemplo, si se encuentra con una gran roca a su paso, simplemente fluirá a su alrededor; el agua no se perturba, no se intimida por el gran tamaño y peso de la roca, no importa la naturaleza del obstáculo, el agua siempre encuentra un recoveco, un caminito por donde abrirse paso, y seguir su curso; el agua siempre está abierta al cambio, tiene la capacidad de adaptarse a cualquier temperatura, podrá solidificarse hasta hacer hielo, podrá convertirse en vapor pero jamás pierde su esencia sigue siendo agua.

Ahora bien, ¿Como podemos aprender del agua y convertirnos en ese lago, en donde lo salado no tiene mayor impacto? Observa tu comportamiento, observa tu cuerpo cuando sientas que el estrés y la tensión están dominando, aprende a soltar, a relajarte; respira, sonríe; sacude tu cuerpo para deshacerte de la tensión, tómate unos minutos e imagina que tu eres agua.
¿Qué cuerpo de agua quieres ser?
¿Quieres ser un río, un lago, un océano?
Imagina la fuerza de tu corriente.
¿Quieres ser una corriente caudalosa tranquila?
¿Quieres tener marea?
Imagina que así como el agua, te enfrentas a ese problema o situación que te aqueja, está delante de ti; pero como ya eres agua, eso no te detiene; esa persona, situación, problema, escasez; no es nada en comparación a tu cuerpo de agua; elige qué vas a hacer,
¿Vas a rodear o vas a bañar con tu agua a ese problema?
¿Vas a pasar por arriba, por abajo a un lado?
Imagina el escenario que quieras; pero no dejes de ser agua.

Puedes tomarte el tiempo que gustes, con práctica, serás capaz de convertirte en ese elemento; aún en plena actividad serás capaz de hacerlo, sin la necesidad de entrar en una meditación profunda; esto a mí me ayudó enormemente, para poner mi cuerpo, mi mente y mi espíritu en un lugar correcto; es la vibración correcta para vencer cualquier obstáculo.

Cuando verdaderamente observamos y adoptamos la sabiduría de la naturaleza de nosotros, la claridad mental aparece para sortear, para solucionar o para encontrar nuevos caminos, por los cuales podamos seguir adelante.

Hacer este ejercicio de sentir que tu cuerpo y tu mente fluye como el agua, relaja y quita mucho peso de encima; empezamos a ver los problemas desde otra perspectiva.

Cuando aceptamos las propiedades del agua en nosotros, que son la adaptabilidad, la fluidez, la perseverancia, la fuerza, la claridad, la energía vital, la pureza, entre otras, por mencionar sólo algunas de las muchas propiedades que tú mismo o misma puedes descubrir.

Si observas con detenimiento el comportamiento del agua, verás que esa tensión, esa pesadez, ese estado emocional; se transforma, porque al sentirnos agua, nos convertimos en ese lago del que hablaba el maestro a su aprendiz.

El hombre que no riñe contra nadie no comete falta. El secreto del poder del agua radica en su suavidad, que vence todas las cosas duras; siempre busca el camino de menor resistencia, busca el camino más factible sin olvidar que su destino es el abundante mar, en donde es uno con la creación; así que como el agua, permanece atento o atenta a las oportunidades, no esperes reconocimiento de nadie, que te baste con el tuyo propio, no le temas al cambio y acepta la impermanencia de todas las cosas, y fluye; avanza a tu propio ritmo, se fuente de cosas positivas para ti y los demás, sé humilde, sé constante y se uno o una con el universo. que tengas un maravillosa semana.

¡¡¡BENDICIONES PARA USTED Y TODO SU ENTORNO!!!