Reflexión en el caos: La muerte y la palma.

El limpio azul contrasta con el esqueleto de la palma.

Foto tomada con un Huawei G6. Sin filtros

¿Cuál es la realidad? ¿La de la muerte que acecha y nos roza con sus horrendos dedos, o la del cielo que nos dice con su azul intenso que no todo está perdido?

¡Oh muerte malvada! Reinas entre nosotros,
te gozas entre los pálidos rostros que escarban la basura para comer;
Disfrutas mientras las madres ruegan por la salud de sus débiles retoños,
Te sientes satisfecha mientras las balas del terror
siegan el hálito de tus víctimas.

Tienes cómplices, muerte:
Son aquéllos que te ayudan a llegar
a todos los rincones de la tierra desolada;
son quienes miran con criminal indiferencia
cómo en los hospitales ya no sanan
porque hace mucho que no son un lugar de alivio,
sino de llanto por saber que ahí estás tú
y nadie te puede hacer frente; son tus aliados

los que comen en grandes banquetes
con el dinero despojado a millones que no tienen pan para sus mesas;
son tus ayudantes los que alientan al malechor,
le pagan, lo premian
para que te defiendan, matando al pueblo.
Lo que ellos no saben, es que tarde o temprano
también por ellos irás
y te olvidarás que alguna vez te fueron útiles,
y llorarán sin que nadie los oiga.

Cielo de esperanzas, a ti levanto mi mirada.
Tú, que has visto a los arrogantes caer,
que sabes que no hay nada oculto bajo tu luna y tu sol,
nos pides que no desmayemos.

Hay un mañana. Así como hoy estás así azulito y otras veces gris como plomo, así también volverá el color a nosotros.

-¿Qué nos dices cielo?

"No te rindas, no dejes que te roben la esperanza. Eso solo pueden quitarlo a los que quieren entregarla. No seas uno de esos que la entrega, no. Seca tus lágrimas, yo te ayudo con mi brisa; mira hacia adelante, no hacia atrás, no hacia arriba, ni abajo, pero sí a los lados. Únete a tus hermanos menos afortunados, alivia, consuela, conforta y eso hará que el alivio, el consuelo y el ánimo vuelvan multiplicados a ti".

¿Por qué no te vas? Me preguntan. Yo respondo que en ninguna otra parte seré más útil que aquí. No hay personas que me necesiten más que mis hermanos pequeños de esta tierra.

Miremos juntos el azul,
caminemos y construyamos.
No ayudemos más al destructor;
deshagamos su trabajo.

La palma renacerá.