El Cine de Tsai Ming-Liang: una introducción

Tsai Ming-Liang nació el 27 de Octubre de 1957 en Malasia, donde vivió toda su infancia. Se graduó en el departamento de drama y cine de la Universidad Cultural China de Taiwán. Antes de trabajar en el cine, trabajó como productor y escritor de teatro en Hong Kong, experiencia que luego sería apreciada en la técnica y estética de su cine.

A pesar de no ser de origen taiwanés o de haber vivido a temprana edad en ese país, Tsai Ming-Liang es considerado uno de los representantes más importantes del movimiento cinematográfico conocido como la Nueva Ola Taiwanesa.

Esta corriente cinematográfica tuvo sus comienzos en los años ochenta en Taiwán, donde nuevos cineastas comenzaron a crear un cine donde se reflejara la realidad social del país y rechazaron el cine anterior, el cual era conocido por sus melodramas y películas de Kung-Fu.

“Junto a Edward Yang y Hou Hsiao-hsien, Tsai Ming-liang ha impulsado las películas taiwanesas a las primeras filas de cine de autor con su marca autónoma de estilo de cine. Todas sus películas habitan un mundo de angustia urbana contemporánea y desconexión. No son fáciles en el espectador - pero no están destinados a ser - y sus estados de ánimo pueden ser difíciles de precisar.” (Craig, The Rough Guide To Film, 2007).

Aunque Tsai Ming-Liang pertenece a una generación distinta a la de sus compañeros de la Nueva Ola Taiwanesa Edward Yang y Hou Hsiao Hsien, y se encuentra en el período que se conocería como la Segunda Nueva Ola, este realizador sería considerado una extensión de la corriente formada por Hou y Yang, debido a que su estilo y obras estarían más relacionadas con las de estos cineastas.

Los temas más recurrentes en las películas de Tsai Ming-Liang son la desconexión y aislamiento del individuo dentro de la sociedad, y la búsqueda e imposibilidad del amor entre estos, incluso cuando dos personajes se buscan uno al otro.

"La soledad y el aislamiento son parte de la naturaleza humana. Algunas personas ponen un valor o etiqueta de precio en el aislamiento, pero otros le tienen mucho miedo: tienen que involucrarse, ir a un lugar abarrotado. Pero eso no significa que no estés aislado en una multitud.” Tsai Ming Liang https://www.indiewire.com/2002/01/interview-cities-and-loneliness-tsai-ming-liangs-what-time-is-it-there-80570/

[Vive L'amour]

Las películas de Tsai Ming-Liang constan de mínimo diálogo. Junto a los cuerpos de los actores, el sonido y el silencio de la ciudad, estos son los elementos que más expresan y comunican en sus películas. El uso del sonido de Tsai proviene de su admiración por el maestro francés Robert Bresson, para quién el sonido dentro y fuera de campo son de igual importancia, creando a través de este la tensión dentro de la escena. Las largas tomas estáticas donde carece todo tipo de movimiento de cámara es otra de las cualidades que caracterizan su cine. Entre estas características también se encuentra el no uso de bandas sonoras.

En los filmes de este director la trama y el género no son lo más importante, el cineasta siempre se encuentra en la búsqueda de subvertir estos conceptos. Más relevantes son la expresión y las emociones. Exponerse al mundo y ser visto. Comunicarse con el espectador. Razón por la que Tsai se encuentra constantemente en la creación artística, ya sea largometrajes, cortometrajes, teatro, instalaciones artísticas o cualquier forma de arte que pueda realizar.

Una de las grandes características de la filmografía de Tsai es la manera en la que es tratada cada toma o escena, la cual es totalmente modernista, influenciado por el cine de los años sesenta y setenta. Entre ellos el de Jacques Rivette y Alain Resnais.

“La toma se convierte menos en una “unidad” cuantificable, con funciones fijas en una cadena lineal, que en una célula cuyos elementos, niveles y capas son múltiples, libres y fáciles de dispersar para formar relaciones vitales y complejas a lo largo de toda una película” (Adrian Martin, ¿Qué es el cine moderno?, 2008, p.221)

Como espectador y admirador de la filmografía de Tsai, una de los elementos que más me impresionan es el uso del tiempo. Los planos de los personajes recorriendo espacios cotidianos o simplemente estando en estos espacios, donde se pudiera decir que no hay "acción" son increíbles. ¿Qué es lo que los hace así? es difícil de decir, tal vez es la yuxtaposición del cuerpo del actor y el espacio. Tsai no teme en dejar correr una toma por largos minutos en donde si lo viéramos desde una perspectiva del cine clásico se pudiera decir que "nada" ocurre. Sin embargo, él sabe, hay un efecto, reflexionamos, dejamos de mirar y empezamos a ver realmente.

Otro de los rasgos más impresionantes dentro de la filmografía de este director es su uso del primer plano. Cuando Tsai nos coloca un primer plano de alguno de sus actores, este se vuelve especial. Al igual que sus personajes, sentimos todo el peso de la escena, de las emociones. Muchas veces, toda la película nos lleva justo a ese momento. Como espectador nos hace sentir y entender. Nos ilumina. Un primer plano en un filme de Tsai Ming-Liang es mágico.

Todas estas características técnicas y temáticas son de gran importancia en el cine de este director, pero sin duda alguna, la esencia de su cine es su amigo y musa Lee Kang Sheng. Este actor ha colaborado en todas y cada una de las películas del cineasta y en casi todos sus cortometrajes, mediometrajes y proyectos fuera del cine. Hay una simbiosis entre ambos que debe de considerarse entre las mejores de la historia del arte cinematográfico.

[Stray Dogs]

Cuando se habla de las grandes colaboraciones entre director-actor en el séptimo arte, usualmente se mencionan algunas como: Scorsese-DeNiro; Hitchcock-Stewart; Ford-Wayne; Kurosawa-Mifune; Almodóvar-Cruz; Cassavetes-Rowlands; Ozu-Chishu. Y entre estas hay que mencionar la de Tsai Ming Liang-Lee Kang Sheng. Dos carreras que no pueden se separadas. No existiría una sin la otra. Estos dos artistas incluso colaboraron en un proyecto de Realidad Virtual que dirigió Tsai en el 2016. En una entrevista el director dejaría claro cuales son sus requerimientos si volviera a realizar otro de estos proyectos, declaración que seguramente se aplica a toda su obra:

"Si alguien me pidiera que haga otra película de realidad virtual, responderé de la misma manera: 'Dame dinero, dame libertad, dame a Lee Kang-sheng." https://variety.com/2017/digital/asia/tsai-ming-liang-craft-of-vr-film-making-1202542689/

[Afternoon]

Tsai Ming Liang no nos da explicaciones de sus personajes, la razón de sus comportamientos e intenciones no es revelada, sus background nunca son revelados. Son personajes en un mundo único dentro de la película, el artista nos mantiene en un enigma, y como espectador está la responsabilidad de la interpretación de ellos.

El crítico Adrian Martin ahondaría en este tema:

“Los filmes de Tsai no dan respuestas ni claves. No hay patologías o neurosis en sus personajes; no hay historial de traumas o pérdidas, lo que ha pasado antes de la película es irrelevante y lo que pasa después es incognosible. Por supuesto como espectadores, podemos invocar la tristeza y desesperación de la vida moderna, la alienación y lo desalmado de una gran ciudad como Taipei. Pero hay, finalmente, poco o nulo análisis social en el trabajo de Tsai. El mundo es simplemente lo que es: un peso, circunstancialmente opresivo y demoledoramente aburrido, pero también un laberinto para la representación de un cierto tipo de deseo amorfo y omnipresente: deseo indeseado, deseo de miradas frustradas, gestos furtivos y estratagemas descaminadas, fijas en alguien que está ausente, desincronizado u ocupado.” (Adrian Martin, ¿Qué es el cine moderno?, 2008, p.225)

Sin embargo, esta relevancia de Taipei en la desconexión de los personajes fue perdiendo importancia en las posteriores películas de Tsai Ming Liang. Desde What Time is it There?(2001), el cineasta alterna el entorno de Taipei con el de París, o por una sala de cine en Goodbye Dragon Inn (2003), e incluso por su país natal Malasia en I Don’t Want To Sleep Alone (2006). El tema recurrente del aislamiento, y la búsqueda o falta de amor entre los personajes se mantiene a través de toda la carrera de Tsai, pero la ciudad ahora pasa al fondo y nos quedamos con el individuo.

"Tengo que enfrentar el aislamiento como si enfrentara la muerte. Es por eso que en la mayoría de mis películas encontrarás a Kang-sheng aislado cuando está con otro personaje o en una escena solo. Me gusta poner a los personajes en entornos donde parece que no tienen ninguna relación con los demás porque quiero pensar qué tipo de distancia debemos mantener entre nosotros. También me gusta poner a las personas en situaciones en las que no tienen amor, porque quiero saber cuánto amor necesitamos y qué tipo de relaciones queremos." https://www.indiewire.com/2002/01/interview-cities-and-loneliness-tsai-ming-liangs-what-time-is-it-there-80570/

Anteriormente mencioné la importancia y la relación del tiempo-actor-entorno en las películas de Tsai. El cineasta lleva al extremo la experimentación entre estos elementos en sus mediometrajes del Caminante (Walker). Donde un monje (interpretado por Kang-sheng) camina a un paso extremadamente lento en distintas locaciones de diferentes metropolis, donde se puede apreciar el contraste entre el tiempo del monje y el del resto de los transeúntes. En esta serie de mediometrajes donde hay una mezcla ficción/documental se encuentran Walker(2012), Journey To The West(2014), y No No Sleep(2015), entre otros.

[Journey To The West]

Para los que quieren comenzar a introducirse en la filmografía de este director, realmente no hay lugar errado de por donde empezar. Aunque algunas de mis favoritas son Stray Dogs, Vive L'amour y I Don't Want To Sleep Alone.

Como latinoamericano uno pudiera pensar que sería difícil relacionarse con el cine de un cineasta que se desarrolla en Taiwán, donde la cultura y la sociedad son muy distintas. Pero el arte no tiene barreras, y con el cine de Tsai resulta fácil identificarse. Después de todo, en un momento dado todos nos hemos sentido aislados con nuestro entorno, y todos buscamos el amor, aunque a veces este nos siga evadiendo.