Una verdad incómoda

in #spanish7 years ago

Siempre he pensado que las personas en su lecho de muerte, o cuando se acerca el fin de la vida, en donde el cuerpo y la mente se acercan temerosamente a la desconocido, cambia, pero algunas cosas no están hechas para durar y los momentos efímeros de claridad no son suficientes para cambiar los hechos, las acciones y los muertos. La verdad no perdona, la verdad es incómoda.


Fuente

1972

Con tan solo 22 años, el primer Infante de Marina de esos con el honor patriota de obtener la medalla de honor y la espada de Bolívar, se encontraba en cuidados intensivos en el Hospital Clínico de la ciudad de Caracas.

La prensa dice que una bala le atravesó el cráneo en medio del combate, y el muy desgraciado aun seguía con vida. La prensa también dice que practicamente el solo acabo con todo un campamento de minería ilegal explotado por los Guerrilleros, de esa manera logró reducir en gran medida las bajas de su escuadra y salvar a cientos de indígenas de una muerte segura.

Por lo que el Líder lo condecoró con la medalla de honor y la espada de Bolívar. Por el respeto y para mantener el pudor no hay imágenes de tal hecho tan trascendente en la cultura militar Venezolana. Según la prensa oficial, el propio líder la entrego personalmente en la sus manos, y el Héroe del Amazonas, así lo llamaban, trato de alzar su brazo para saludar con el debido respeto que se le debe al comandante y jefe de las Fuerzas Armadas Venezolanas.

Diciembre de 1972

No se cuanto tiempo pase en terapia, ni cuanto tiempo pase en hospitalización, al salir del hospital un cadillac negro me esperaba, me llevaron hasta mi casa. En una maleta reposaban mis escasas pertenencias, una abalorio lleno de oro y con forma de espada reposa en mis piernas, y guardada entre ropa vieja una medalla de oro.


Fuente

Aquellos hombres, los cuales con serenidad me hablaban, diciéndome que no tenía que preocuparme por el dinero, todo se me dará, si quería no debería de trabajar más, solo debería seguir siendo fiel al líder.

Así pasaron los meses, con 22 años el peso de la vida, ya había roto mis hombros, quebrado mis piernas, y mi espíritu joven solo quería enterrarse al vacío y la oscuridad. Cada mes llegaba un "Sueldo" nunca supe cuánto era, ni qué hacer con el. Me alcanzaba y sobraba para comprar cigarrillos, algo de aguardiente y encerrarme en la oscuridad.

Muchas veces en mi mente revivía aquel dia, me escondía detrás de la cama llorando como un niño asustado, golpeando mi cabeza con fuerza con mis puños, hasta sangrar, gritaba y lloraba hasta quedarme dormido. La vecina preocupada por el griterío llamó a la policía varias veces, y acudían los mismos hombres del cadillac negro, que meses atrás me llevó a morir.

Aquella casa que alguna vez me vio dar mis primeros pasos, ahora me veía caminar con certeza hacia los últimos, en un espiral que me consumirá y sacaría la última gota de vida y de Ernesto que había en mi. El líder tenía planes para mi, porque no me dejaba morir.


Fuente

En una oportunidad vinieron médicos y enfermeras a mantenerme con vida, uno de ellos me recomendó pintar de nuevo, pero en mi lienzo solo revivía una y otra vez aquella noche, aquella noche donde con mi fusil perdí la cuenta de cuántas personas maté, cuántas personas asesine con mi bayoneta, cuántas personas habre asesinado... y la única que pudo sobrevivir fui yo.

Así la ví a ella, a mi Belleza, aquella enfermera, era la misma que alguna vez trabajó en una farmacia cerca del cuartel, la misma que resultó estudiaba enfermería mientras atendía la Farmacia del papá. La misma que por conjeturas del destino, terminó cuidando de mi hasta el final de sus días, a este muerto en vida.

Pasaron los años, y tu Abuela y yo nos casamos, no pasó mucho tiempo para que ella empezara a preguntar, ¿porque tenía pesadillas?, ¿porque quería morir?, ¿que había pasado en la selva?

Le conté toda la verdad...Y ella quiso revelarla. Teníamos ahorros del "sueldo" que me daban, la medalla de oro y la espada, estaban repletas de piedras preciosas y era una "cosa" exótica, ya me habían ofrecido sumas cuantiosas de dinero por ella, y eso hicimos, la vendimos, porque según tu abuela, la verdad me haría libre, la verdad me va a liberar.


Fuente

Contactamos a un periodista, Gilberto Salazar,clandestinamente logramos reunirnos con él, y contarle toda la verdad. Aquellos días eran muy turbios, la gente desaparecía y a los meses se encontraban muertos o hechos despojos humanos que caminan sin rumbo en las calles de Caracas, muertos en vida.

Duramos mucho tiempo escribiendo un libro, las confesiones del Héroe del Amazonas, pensábamos publicarlo clandestinamente, en una imprenta oculta en los sótanos de la Facultad de Humanidades y Educación de la Universidad Central de Venezuela deben de reposar aún los tomos de aquella verdad.

Logramos reunir los testimonios de muchos compañeros de aquella compañía de marines, incluso de algunos soldados de Brasil, que decidieron romper el silencio. Así conocí a tu abuelo Brenda.

Rafael De Gonzalez

Mientras tu abuela, nieto, y yo contactamos a los demás infantes, encontramos a Rafael de Gonzalez en una vieja taberna de Catia, llena de maleantes, ex-militares olvidados por el mundo y despojos humanos amontonados entre licor y putas.

Rafael "El cazador" Gonzalez, el mejor tirador de la compañía de Infantes de Marina, aceptó darnos su versión, a cambio tendríamos que llevarlo cuando fuéramos al Amazonas a reconstruir los hechos. Algo fuera de sí lo motivaba a volver, a volver como fuera a la selva.


Fuente

Para ser sincero yo tenía miedo de volver, pero tu abuela y Gilberto insisten que sería fundamental para la veracidad, buscar las fosas comunes de los indígenas, los casquillos de bala, serían evidencia incuestionable, para llevar a la Corte y asegurar nuestra salida de venezuela una vez aquel manuscrito fuera publicado.

Con un bebé en brazos, tu padre, nieto, las ganas de ir y declarar la verdad se esfumaba, pero tu abuela insistia cuando mis crisis volvian, debemos sacar todo a la luz, la verdad te hará libre. Siguiendo sus consejos seguimos con el plan.

Estaba todo listo para volver a la selva, Gilberto Salazar, Rafael de Gonzalez y Ernesto Mendoza, emprendieron su viaje a la selva. Pero no todo salió como esperábamos, alguien nos delato, no logramos salir de Caracas, y tras un choque repentino, desperté en una celda en un lugar desconocido, lejos de Dios, lejos de la luz, en la oscuridad, lejos de mi belleza y mi hijo.

Sort:  

cierto mi amigo, la verdad no perdona, la verdad es incómoda @pedrovillegas96

¡Argh! Lo único malo que tiene es que se termina.

¡Continuación ya!

Muchísimas gracias!! Pronto pronto! El abuelo aún tiene más que contar

Debo confesar que este post no lo lei, pero "Ciudad de las Furias" fue muy bueno y por eso te di el voto aquí. Excelnte redacción amigo. Esperemos los días en nuestra ciudad mejoren!!!

Debo confesar que tú comentario no lo leí, pero excelente iniciativa comentar Post sin leer. Esperó que tú habilidad comentarista mejore

jajajaja!!!! Sono mal la vaina lo admito, pero la moraleja del asunto es que otro de tus posts me pareció bueno porque es el día a día del caraqueño (Al haber pasado el periodo en el cual representaría ganancias para ti) preferí votar en uno reciente. Al ser una saga no tenia tiempo de ponerme al corriente... Éxitos!!!

Coin Marketplace

STEEM 0.17
TRX 0.16
JST 0.029
BTC 61547.52
ETH 2377.14
USDT 1.00
SBD 2.58