Mes al Sagrado Corazón de Jesús – actos de consagración y desagravio
Nuevo Mes al Sagrado Corazón de Jesús
Acto de consagración al Corazón Sagrado de Jesús
Oh Jesús, Salvador y Dios mío; postrado humildemente en vuestro acatamiento, yo me entrego del todo a vuestro divino Corazón en agradecimiento de todos los beneficios que habéis dispensado a los hombres, y particularmente de la inestimable merced que nos habéis hecho, quedándoos con nosotros en el Santísimo Sacramento del altar. Quiero dedicarme a dilatar la gloria de este Corazón adorable, a fin de reparar en cuanto de mí dependa, los ultrajes que os han hecho y os harán los pecadores hasta el fin del mundo. Mi voluntad es: satisfacer con este espíritu de gratitud y de reparación por todas mis obligaciones.
Aceptad, oh Corazón Sagrado, todos mis pensamientos, mis deseos, mi voluntad, mi memoria, mi libertad, mis obras, en una palabra, toda mi vida. Recibid mis padecimientos y adversidades, yo me entrego a Vos para siempre. No puedo ofreceros mas, ojalá fuese yo dueño de los corazones de todos los hombres para poder presentároslos gozoso en homenaje. Señor, todos los instantes de mi vida os pertenecen, y todas mis acciones son vuestras; no permitáis haya en ellas ninguna cosa que las haga indignas de vuestro adorable Corazón, antes bien haced que las comience, las continúe, y termine por vuestra gracia, y con la sola mira de agradaros y serviros; a este fin las uno a las vuestras, y deseo tener las disposiciones santas y divinas de que vuestro Corazón estuvo siempre animado. Oh Jesús mío, reinad en mí como soberano dueño: haced que yo dependa enteramente de Vos, y que todo mi cuidado sea imitar vuestro, adorable Corazón, y que en él encuentre el modelo perfecto de la santidad, mi fuerza, mi asilo, mi consuelo y esperanza. Amén.
Acto de desagravio al Corazón Sagrado de Jesús
Oh Corazón amantísimo de mi Salvador: penetrado del más vivo dolor a vista de las ofensas que habéis recibido y recibís aun todos los días en el Sacramento del altar, me postro en vuestra presencia para desagraviaros de ellas. ¡Ojalá, pudiera yo con mi veneración y mi respeto reparar completamente vuestro honor menospreciado! ¡Ojalá, me fuese dado borrar con mis lágrimas y hasta con mi sangre, tantas irreverencias, tantas profanaciones, tantos sacrilegios como contra Vos se cometen! ¡Ojalá pudiera suplir con llamas de encendido amor la frialdad y criminal indiferencia de tantos malos christianos! ¡Oh!¡Cuán bien empleada estaría mi vida si lograse darla por tan digno motivo! ¡Otorgadme, oh Dios mío, el perdón que imploro de Vos para tantos impíos que os blasfeman; para tantos infieles que os desconocen; para tantos herejes y cismáticos que os deshonran; para tantos católicos ingratos que profanan el misterio de vuestro amor; y finalmente para mí, que con tanta frecuencia os he injuriado! Acordaos, oh Jesús, que vuestro sagrado Corazón, oprimido por el peso de mis culpas se entristeció hasta la muerte, y no permitáis que vuestra pasión y vuestra sangre derramada sean inútiles para mí. Trocad mi corazón delincuente, y dadme otro conforme al vuestro. Dadme un corazón contrito y humillado; un corazón puro y sin mancha; un corazón consagrado a vuestra gloria, y víctima de vuestro amor. Por mi parte, Dios mío, os prometo reparar en lo sucesivo tantas irreverencias y sacrilegios con mi modestia en el templo, con mi solicitud en visitaros, con mi devoción y mi fervor en recibiros. Dignaos, Señor, concederme esta gracia, aumentando mi amor hacia Vos, y mirando con agrado el deseo y la resolución que me habéis inspirado Vos mismo. Amén.