Una vez más (Corto 6)

Un gran saludo de corazón mis estimados/as steemians. Gracias por la bondad de pasar por acá y regalarme un interludio de vuestro tiempo; una vez más les dejo otra pequeña historia.

Una vez más

Imagen tomada de https://postimg.org/image/4luryhssh/

Del oscuro pantano, en medio de la espesa niebla, bajo un árbol casi seco, ha emergido un capullo blanco, contrastando con la penumbra del lugar. Su blancura ilumina como una pequeña vela encendida en la oscuridad.

Insectos rapaces de todo tipo lo revolotean, absortos por el deseo de entrar en esa luminosa y fragante luz, siendo bocadillos de los reptiles que atraídos aprovechan el festín.

Hasta una serpiente se acerca a probar suerte. Cuando de repente, es bañada por una lluvia de fango provocada por unas pisadas lerdas, pero firmes.

Unos labios agrietados murmuran entre dientes sonidos antiguos, melodías de épocas recién salidas de la noche de los tiempos.

Una mano temblorosa se estira para acariciar la flor, que parecía quedarse dormida un día más.

Su mirada aguda a pesar de sus vidriosos ojos marrones, examina con paciencia a la pequeña flor. Y soltando una risa muy corta, hunde su cayado en el pantano, y una ráfaga de niebla luminosa aleja a todo animal que estaba cerca.

Ella sabía que había encontrado el único ingrediente que le faltaba. Siglos de espera paciente no han sido en vano. Entonces se echa lentamente bajo el árbol, y cierra sus marrones y vidriosos ojos. Su andrajoso ropaje comienza a deshacerse, dejando en evidencia su arrugada forma. Sus callosos dedos sueltan el cayado que es engullido por el lodo. Y su cuerpo comienza a unir sus arrugas con las cicatrices del árbol moribundo.

Pasado un tiempo, el fango fue cediendo, y un torrente de agua cristalina comienza a emerger en su lugar, la niebla empieza apartarse, dándole oportunidad a la luna de bañar, con su clara luz de llena, todo el lugar. Y el árbol, antes casi seco, comienza a florecer, sus ramas se alisan y ganan vigor, y su ramaje reaparece vistiendo de verde sus copas.

Y entonces, la flor blanca como un copo de nieve, se abre suavemente. Cada pétalo comienza a inclinarse, dejando ver a una pequeña hada de hermosos ojos marrones, que estirando los brazos, se levanta y dice: “una vez más”. Fin.