RETO: Terminar el Relato Corto, del texto dado; Mariel como la abuela. ¡Déjame vivir mi vida!
El rojo intenso aún brillaba en el engarce desgastado, de un baño ya diluido. Mariel lo observó una vez más. Su regalo de 15 años, 30 primaveras atrás: unos zarcillos colgantes, con piedras rojas. La abuela se los había dado, con sus ojitos aguados de viejita sensibilera. Porque así era la abuela. Y ella, Mariel (Mariel como la abuela), odiaba esa sensibilería barata. Casi repelía sus besos. ¡Cómo los habría de extrañar después!
Independiente y odiosa, según su hermana Maritza, Mariel abandonó el hogar materno a los 16 años. Se llevó sus zarcillos, sus ahorros, un morral con una muda adicional, su maquillaje, su rabia y las ganas de joder al mundo entero. ¡Ah! y un bebé en desarrollo, en un vientre aún plano que no delataba su preñez prematura. ¿El celular? Lo dejó.
#Reto
Lo dejó. Con toda intención, para evitar llamadas inoportunas, que la hicieran dudar de la decisión tomada. Mariel se aventuró hacia otro país, acompañada de amigos de la escuela, que buscaban la autonomía soñada por todo adolescente, que siente que el mundo lo odia y que ellos creen detestar. El viaje fue por tierra, levantando su dedo pulgar para conseguir el empujón de avance; sin un destino previsto o planificado.
Mari (como la llamaban sus amigos) cavilaba la idea de tener o no el producto de su locura juvenil que gestaba en su vientre, pero de hacerlo quería estar lejos de la familia; en el fondo sentía vergüenza de esta situación que la sorprendió por inexperiencia y la rebeldía que la dominaba.
Ya habían pasado algunas semanas, en el rostro de la impetuosa Mariel se desdibuja esa sonrisa que provoca el éxtasis de lo nuevo y la aventura. Sus ojos hermosos y vivases sobre salían en un rostro cansado y demacrado; ya había vendido todo lo que tenía, sus prendas de valor y maquillaje; ese día como muchos otros debía pernoctar en la plaza mayor del pueblo.
¡El cansancio los venció y el frió de la noche entumecía sus huesos! dejándolos rendidos sobre los duros bancos de cemento.
A la mañana, despiertan por la algarabía de un grupo de jóvenes que representaban obras teatrales, en diferentes ciudades y pueblos; ella y sus amigos estaban allí echados, esperando el amanecer para proseguir la travesía; observaron la obra que para algunos fue insulsa y sin sentido, pero Mariel estaba absorta, no despabilaba; el relato toco en lo más profundo de esta chica voluntariosa.
La obra, El hijo prodigo relato que se encuentra en la biblia, y cuenta de un joven que dejo las comodidades de su hogar y llego a probar la miseria hasta desear el alimento de los cerdos, pero se arrepintió, fue perdonado y recibido nuevamente en su hogar con los mas exquisitos manjares y sin reproche alguno; por los seres que había despreciado. Historia que la había impactado de niña; Y que hoy se veía reflejada en ella.
Su mente la traiciono y la llevo a ese hogar lleno de amor, de regalos inmerecidos, de esos tecitos calientes cuando estaba quebrantada de salud, de los besos y abrazos que repelía, no se reconocía, nunca pensó podría añorar la sensiblería del hogar. ¿Qué hacer?
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Ya no tenía nada, sus fuerzas la abandonaban por falta de alimento; y su vientre ya abultado, experimento la primera sacudida del que sería el amor más grande que se tiene en la vida, ¡un hijo! tomo su mochila, saco el regalo de cumpleaños que guardaba escondido en el último bolsillo, se colocó los zarcillos con piedras rojas y se unió al grupo teatral que se dirigía a la ciudad de donde ella no debió salir en esas condiciones y sin rumbo determinado.
Si deseas participar puedes dirigirte al siguiente link,
https://steemit.com/spanish/@mllg/reto-terminar-el-relato-corto-del-texto-dado-mariel-como-la-abuela
Que buen relato, acomodado a la trama del reto . Excelente me encanto.
Voy a ver si puedo crear algo que le llegue a los talones. Mucho exito.
Jjaja, a los talones y mas allá, gracias.
Que reto más atractivo...
Con que delicadeza están dispuestas las palabras me encanto...
Un abrazo @naylet