Menos palabras y mas acción: Daniel, el chico sin voz. (Original)

Algunas personas son mas extrovertidas que otras, a algunas personas se les hace más fácil hablar con extraños simplemente porque les gusta hacerlo. 

Podemos ser todo lo amigables que queramos. 

Y eso está bien, el problema está cuando algunas personas empiezan a hablar mas de lo necesario y llegar a presumir demasiado. Muchas veces ha sido probado que si eres realmente bueno en algo, no necesitas andar por ahí mencionándolo miles de veces.

Y de eso se trata esta historia. 

Marcel y Daniel eran dos gemelos que vivían en un pueblo pequeño llamado Normonte, habían sido criados por dos padres de clase media de 30 años de edad al momento de que ellos nacieran. Marcel nació con todas las normalidades que un niño recién nacido puede tener, pero por el otro lado, Daniel se complicó un poco y nació sin voz. Iba a vivir su vida entera con este problema, todo parecía indicar que desde su infancia todo iba a ser muy difícil. 

A la edad de 5 años, Marcel era un niño bastante amistoso, le gustaba jugar todo tipo de juegos con cada niño en la escuela, y eso no parecía ser muy difícil para el. Era juguetón y bromista con todas las personas a su alrededor, tratando siempre de tener toda la atención posible como todos los niños de esa edad lo hacen. 

Daniel, por su problema con su voz, no eran tan popular como su hermano. Los profesores estaban siempre preocupados por el, lo trataban de una manera muy especial. Aveces sobreprotegiéndolo sin importar qué, después de todo el parecía ser el chico mas frágil del curso. 

Pero a Daniel parecía no importarle mucho este problema de su voz, y a una edad muy temprana comenzó a leer varios libros. Libros que eran algo avanzados para su edad, el tenía apenas 5 años y ya se había interesado en leer libros sobre psicología humana, y no los que los profesores le mandaban como tarea. 

Durante toda su infancia todo marchó de la misma manera, Marcel obteniendo toda a atención por hacer todo tipo de cosas, y Daniel siendo el callado, frágil y sobreprotegido que tendía a leer muchos libros, después de todo, era algo complicado comunicarse con otros mas allá de sus propios padres. 

Desde los 10 años, los padres habían empezado a darles dinero para la escuela. A Marcel le gustaba gastar todo su dinero en juguetes y videojuegos para poder jugar con todos los amigos que el ya había estado haciendo durante todo ese tiempo. Daniel sólo gastaba lo necesario para sus libros y le gustaba ahorrar el resto del dinero, pues había empezado el hábito de ahorrar dinero desde muy temprana edad. Nadie jugaba con Daniel, y a Marcel le gustaba molestarlo por este hecho todo el tiempo. 

A la edad de 16, ambos ya estaban en secundaria y nada parecía haber cambiado para ninguno de ellos dos. Marcel todavía era el popular y Daniel el callado. Marcel se sentaba en la mesa de "los populares" mientras que Daniel se sentaba solo. Marcel le gustaba hablar todo el tiempo de lo rico que sería algún día y de todos los lujos que el iba a tener en el futuro. Sus padres les dijeron a ambos que buscaran un trabajo para que pudieran pagar todos sus gastos en vez de pedirle dinero a ellos, sonaba bastante justo para Marcel, pero algo complicado para Daniel. Después de clases Marcel iba a trabajar en una tienda deportiva mientras que Daniel había conseguido trabajar en su propia computadora donde no fuera necesario decir una sola palabra. 

El tiempo pasó y Marcel siempre se gastaba todo el dinero con todos sus amigos como siempre, ya era mayor así que las cosas eran mas caras y aún le gustaba hablar sobre todas las cosas lujosas que estaba seguro de que tendría algún día. Daniel aún se mantenía firme a su postura de gastar poco en sus libros y guardar el resto del dinero restante. No era un chico al que le gustara gastar grandes cantidades de dinero al igual que su hermano y este hecho preocupaba a sus padres porque se preguntaban dónde estaba el resto del dinero que no gastaba. Daniel nunca dijo alguna palabra mientra que Marcel siempre presumía de lo exitoso que se sentía ya. 

Un día, 10 años después, mientras Marcel estaba teniendo problemas financieros debido a que no podía encontrar trabajo y sus ahorros eran nulos prácticamente, Daniel sorprendió a todos comunicandole a sus padres y a su hermano que finalmente se iba de la casa.

Todos estaban sorprendidos, por lo que le preguntaron cómo iba a mantenerse y todo eso.

Y Daniel en una carta muy bien escrita dijo: 

Mamá y papá, desde la edad de 5 años he estado guardando dinero sin fallar una sola vez para poder crear un capital y poder invertirlo un día como había leído en los libros de finanzas y negocios que compré durante mi vida. Ese día fue hace 5 años atrás cuando inicié un negocio desde mi computadora que me está dando frutos ahora mismo, todas las adversidades pasadas en mi vida al final valieron la pena, me hicieron una persona capaz de desarrollar otras habilidades y disciplinas cómo estar interesado en los negocios y leer mucho sobre ellos. 

Y Marcel, creo que eres una persona fantástica, hubiera querido ser un poco más popular y extrovertido cómo tu, pero realmente estoy feliz como soy ahora. Sin embargo, espero que hayas aprendido algo de mi tu también... Y es que, las acciones valen mil veces mas que las palabras. 

Esa carta fue escrita por Daniel, el chico que era realmente callado pero que al mismo tiempo estaba creando un grandioso futuro probando una vez mas que las acciones valen mil veces mas que las palabras. 

Así que recuerda esta historia cada vez que quieras iniciar algo en tu vida. 

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