Tuve un sueño; un sueño extraño de un mundo completamente diferente al que vivimos, o quizás no, tal vez sólo estaba maximizado todo como si se viera a través de una lupa incrementando la felicidad para algunos, y la tristeza y miseria para los demás habitantes del planeta.

En éste mundo distorsionado las personas ya no nacen, se hacen en base a las necesidades de una “comunidad” diseñados en probeta bajo un ambiente controlado de laboratorio, con las características necesarias para continuar el legado y la fortuna de la familia, pero sólo si es que la familia de verdad quiere al pequeño ser para educarlo como un hijo, pues las regulaciones en materia de salud permiten la creación de éstos seres con la única finalidad de servir de incubadoras para órganos internos de cualquiera con el suficiente capital económico como para seguir alargando su vida perpetuamente.

No hay sexos, hace tiempo que se dejaron de usar las palabras hombre o mujer, y todos los subgéneros que les siguen, al no necesitarse de mujeres para la creación de vida, ni la semilla del hombre para fertilizar el óvulo de la mujer, el género pasó a ser irrelevante y muy pocas personas son las que se identifican con un género en especifico.

Todos se ven felices, viven felices, sonríen todo el tiempo y son muy amables unos con otros, no existe el dinero físico, verdaderamente las criptomonedas triunfaron, aunque sólo existe una sobreviviente llamada Uvl coin, (Universal coin) con su propio algoritmo y minado totalmente diferente del que conocemos en la actualidad.

Fue lo que más me llamó la atención y aprovechando la tecnología disponible me puse a investigar si todo el mundo era así, pero lo que encontré me dejo con un mal sentimiento, pues la realidad es más terrible de lo que esperamos.

Estos seres que viven felices, –según la historia que encontré–, son aquellos que decidieron unificarse, concentrando todos sus recursos como un “Todo” en pocas palabras se “centralizaron” y sobrevivieron a la gran hambruna que cayó sobre el planeta, su moneda creció exponencialmente con el paso del tiempo, y al ser fácil de comercializar con ella, ya que todos la usaban y aceptaban es sus establecimientos lógicamente triunfó sin ningún rival que le hiciera competencia.

En el otro lado de la felicidad se encuentra la tristeza, y es precisamente donde se encuentra el resto de la humanidad, divididos, peleando unos con otros, con envidias, promoviendo cada quién su producto, su país, su género, su moneda.

Los pobres aún siguen estancados en la rivalidad de los sexos, delimitan fronteras entre sus países, se invaden y critican, usan miles de monedas y millones de criptomonedas más, trataron de poner todo en una blockchain y les falló. Imagina un ventilador impulsado por la tecnología blockchain, un bar blockchain, la prostitución impulsada por blockchain ¡Es increíble a cuantas cosas le añadieron blockchain! Y cada una de ellas era una moneda diferente fragmentando aún más su débil economía.

Hay hambre, muerte y destrucción, y debido a la gran cantidad de monedas es muy difícil de comprar algo ya que es imposible tener dinero en los millones de monedas diferentes y los únicos que se benefician son las casas de cambio y sus elevadas tarifas por las conversiones.

Necesitas una moneda para comprar leche, otra para comprar carne, otra para viajar, una más para usar el trasporte público, una nueva para comprar calzado ¡Es imposible pagar algo con lo que ya tienes, siempre debes de cambiar a otra moneda y es donde pierdes tus recursos!

Cuando los seres que vi al principio me preguntaron ¿En dónde quería vivir? Dar una respuesta correcta ¡Me espantó y me hizo despertar del sueño! Y ahora te pregunto: