Envidia, competencia y venezolanidad. Parte II
Saludos, Estimados Curadores
En esta oportunidad vengo a traerles la segunda parte de mi ensayo; en trabajo voy a abordar la problemática moral de la sociedad venezolana en estos momentos, dándole un origen según mi humilde opinión. Espero que les guste.
Retomando las preguntas realizadas al final de mi post Envidia, competencia y venezolanidad. Parte I, comienzo este nueva entrega; inicio la segunda parte de mi ensayo con un conjunto de reflexiones de la conducta venezolana, tomadas de mi humilde sentido común y opinión.
Decir que las acciones de venezolanos en el exterior que buscan dañar al otro para conseguir beneficios laborales son únicamente propiedad de la diáspora, choca fuertemente contra la realidad que vivimos los que aún permanecemos en el país. De manera cotidiana se puede observar, con cierta facilidad, episodios públicos donde se identifica claramente el barbarismo y la ausencia de ciudadanía en las urbes venezolanas. El adelantarse en una fila para comprar algún producto, el realizar arbitrariedades financieras (bachaqueo) son unos de los muchos ejemplos que corroboran lo anteriormente dicho, la crisis económica ha sacado lo peor de nosotros.
Podría atreverme a aseverar que la barbarie inicia en la época de la conquista española. Hace mucho tiempo atrás dejamos la ingenua imagen de indígenas recibiendo a Colón con los brazos abiertos. El proceso de conquista fue violento, traumático y lleno de aberraciones no aptas para los libros de historia escolares.
A causa de que la gesta exploratoria de Colón era vista como un delirio para su época, ningún marinero deseaba acompañarlo. Al tener por plana la tierra, y América como el fin del mundo, sólo suicidas estaban dispuesto a echarse a la mar. Por esta razón, Colón se vió obligado a tomar como su tripulación a los reos; los presos de libertad que fueron obligados por la reina Isabel a surcar el Atlántico con Colón para explorar el occidente.
Estos reos sentenciados como asesinos y ladrones, fueron los que procrearon con las indígenas venezolanas, dando lugar a nuevas generaciones mixtas cargadas de mezcla y barbarie.
Mucho tiempo ha pasado y aún seguimos arrastrando las cadenas de nuestros padres.
Decir que todo es culpa de 19 años de desgobierno, puede que sea algún sesgo ideológico. Según Manuel Caballero en Las crisis de la Venezuela contemporánea, el problema fue el petróleo. Las civilizaciones deben pasar por etapas que les ayuda a consolidar aprendizajes elementales en la construcción de una sociedad sana y moderna.
Según Caballero, una sociedad pasa por una etapa inicial primitiva donde se consumen todos los recursos disponibles con facilidad; luego, hay un proceso de crisis donde la necesidad enorme supervivencia activa el ingenio social y crea emprendimientos beneficiados por la locación geográfica que les permitirá en un futuro cambiar su realidad; como tercera etapa, el trabajo duro no se ve recompensado inmediatamente, deben pasar décadas de mucho trabajo para poder recibir los dividendos; no es sino luego de un par de generaciones que la sociedad puede ver el fruto de su trabajo y de allí pasar al consumismo puro y duro.
Este proceso permite a las civilizaciones crear una consciencia del trabajo, un respeto al esfuerzo laboral y verlo como algo necesario para triunfar en la vida. Lamentablemente, en Venezuela este proceso no se dio. Justo cuando la Venezuela cafetera se estaba desarrollando, el petróleo irrumpió en la escena lanzando dinero fácil desde lo más hondo de nuestra tierra. Esto trajo como consecuencia un facilismo lamentable por la riqueza instantáneamente creada. La cultura del trabajo no fue consolidada trayendo consecuencias terribles a nivel social.
El mal llamado socialismo del siglo XXI fue el horno donde terminó de cocinarse antiguas taras conductuales que veníamos arrastrando desde hace mucho. A lo largo de estos 19 años, las instituciones de ley y orden han venido descomponiéndose, llenándose de corrupción y huecos sin parcheo posible.
Los policías y militares han abusado de su poder y uniforme para poder robar en alcabalas, confiscar injustamente mercancía para poder hacerse de ellas y generar lucro. El secuestro es un negocio bien querido por ellos, donde, al quitarse su uniforme capturan a personas adineradas y se la entregan al HAMPA común, para luego cobrarle dinero del rescate a sus familiares alegando que tras diversas investigaciones dieron con el paradero de los raptados.
Estas situaciones son todas posibles pues la institución judicial se hace de la vista gorda. Los jueces son corruptos adinerados o ignorantes que logran el puesto por un carnet del partido oficial.
Colonizados por antisociales, criados por el oro negro, sufriendo una crisis económica con unos jueces que no sentencian, políticas paternalistas populistas y unas autoridades corruptas; terminan siendo el caldo de cultivo perfecto para la hecatombe social que estamos viviendo, hecatombe que se fuga y la estamos exportando con el sello de “hecho en Venezuela”.
Fuentes:
1. Las crisis de la Venezuela contemporánea 1903-1992. Manuel Caballero (1998)
2.Clarín
A pefect post my friend @miguelvargas ( ‘‿’ )
thx :)
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A vista está que cosechamos lo que sí se consolidó hace tiempo atrás y es una actitud paternalista de la sociedad, por lo menos de una parte, no queriendo hacer referencia a los partidarios del gobierno de turno más bien, de esa parte de la sociedad que se acostumbró al paternalismo y a esperar que el gobierno venga con sus "bondades", "regalos", "promesas cumplidas" que no derivan otra cosa que gasto público, dicho gasto por momentos innecesario, sin querer adentrarme más en este tema culminó diciendo: El cambio que tanto deseamos, no es más que la evolución propia y a nivel personal de cada uno de nosotros, que nos hacemos llamar venezolanos
Estimado @eubr555.
Te agradezco tu participación en tan delicado tema. El punto que destacas es muy importante, el paternalismo no es cosa de los rojo rojitos; ha sido siempre una herramienta populista que los gobiernos han usado y que, para seguirla usando, han dejado de educar a la población dándoles el pescado sin enseñarles nunca a pensar.
Me gusta que nombres el petróleo como fuente principal de los problemas morales. Todo país que vive de la renta enfrenta los mismos problemas que nosotros, somos una mina.
La renta es enriquecimiento que proviene de algo muerto, que no proviene del trabajo de un ser vivo. Al ser nosotros rentistas, técnicamente vivimos "sin trabajar", sin importar que vayamos todos los días a una oficina o nos quedemos en la casa, por diseño ningún trabajo honra su pago dentro de una economía rentista, excepto el de obrero y el de la manufactura, pero tanto las infraestructuras como la manufactura son escasas en estas formas de organización.
El problema no es Chávez ni Maduro, el diseño del país es el problema y eso lo hicieron los Rockefeller hace años.
estimado @juampablotoledo.
Agradezco tu interesante aporte. Vivimos en tiempos polarizados y no es común leer que el problema no viene de Chávez o Maduro sino de mucho más atrás; tal vez un problema creado a consciencia por los verdaderos dueños del mundo, incluyendo a esa familia que nombraste, quien sabe...
Excelente mi hermano @miguelvargas, todo lo que plasma es una realidad bastante lamentable y entristece cual quier espíritu humano, pero puedo asegurarte que aun existen muchos que a pesar de todo esto, sus alma siguen intactas y no se han dejado doblegar, eres un ejemplo viviente. Saludos
Igualmente estimado @andrades. Es usted ejemplo de rectitud y perseverancia, valores admirables de poseer en tiempos tan oscuros como estos. Gracias por el aporte.