Un gran tesoro

   Corazón de oro, sueños frustrados empañan tu corazón; pero no temas, perder una batalla no es fracaso cuando aprendes algo bueno, si has entregado la vida en ello y tu corazón has empeñado.

  También tienes un mundo y vida por delante. Dios te regaló un día más, que aunque en él haya cosas que causen dolor, abandonarte en las lágrimas lo escoges tú; luchar es la norma, rendirse la peor elección.

   Un gran tesoro veo en tí: una mujer que ha batallado sin desfallecer frente a las penurias que ha enfrentado, tienes una montaña de valores y humanismo desprendido, como pocos hay.

   Quién te conoce en verdad, no tiene quejas y hasta pondría las manos en el fuego por tí. Tu nobleza evidencia el amor con que te educaron y lo bien que lo asimilaste.

   Son pilares que te han formado y que sostienen tu maravilloso ser: amor, compasión, fidelidad y solidaridad. Quién se atreve a señalarte, se encuentra frente a un predicamento, de sustentar unas palabras sin bases para acusarte con verdad.

   Qué siempre brille tu sonrisa como el sol, que retumben los corazones con la alegría de tu risa, que nunca desfallezcas en tu misión en esta vida, de ser ángel de amor para tus semejantes, para que haya más luz en este mundo.