Lejos de casa | Historia propia (Parte II)

Hola, Steemians.

Esta es la segunda parte de una historia que iré publicando poco a poco y que realmente espero sea del agrado de todo aquél que la lea.

Les dejo la primera parte para que se familiaricen: https://steemit.com/spanish/@medinowski/lejos-de-casa-parte-i-or-historia-propia

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Parte II:

La tierra se mueve.

Caminamos como por al menos cincuenta metros sin que ninguno de los dos dijera una palabra, y yo pensé que todo el camino no podía ir así en silencio, así que dije lo primero que se me llegó a la mente.

— ¿Tienes algún hobby? —pregunté mientras sacaba mi cámara.

— Sí, tengo algunos.

— Seguramente eres bailarina —solté una pequeña risa. Pero después de reírme y observar su rostro, me di cuenta que ese comentario había sido muy innecesario.

— No sabía que eras de esas personas que tienen prejuicios hacia los demás —me dijo con un tono sarcástico.

— Oh… no, no. No quise decir que eres esto o lo otro.

— Jajaja… Calma, sólo bromeo —dijo con una bonita sonrisa en su rostro. Yo solté un pequeño suspiro de alivio, que por suerte ella no notó.

— La verdad parece que eres pintora.

— Casi. Soy diseñadora gráfica.

— Qué genial, debes ser muy talentosa.

— No diría que muy talentosa, pero sí que tengo mis buenos trabajos —dijo mientras detenía su caminar.

Yo seguí caminando sin prestar mucha atención y no me percaté de que se había quedado atrás. Miré sobre mi hombro y ella estaba un poco asustada. No me volví hacia donde estaba, sólo le hablé desde la distancia.

— Oye, ¿qué sucede? —dije levantando la voz.

— ¿Acaso no sientes cómo la tierra se mueve? —dijo ya muy nerviosa.

En ese momento presté más atención y tenía razón, el suelo se estaba moviendo: era increíble. No era tanto como un terremoto, más bien era como se la tierra fuera de gelatina.

— Genial, la tierra se mueve —dije riendo.

— ¿Genial? ¿Acaso estás loco? Podemos morir —dijo ella exagerando un poco la situación.

— Relájate, sólo siente cómo todo cambia de forma.

— Ven aquí… Rayos, ¿cómo te llamas?

— ¿Y ahora sí es importante saber nuestros nombres?

— ¿Y cómo esperas que te llame, lunatico?

— Jajaja… creo que lunatico no es lo mejor —le sonreí—. Me llamo Ross.

— Bueno, Ross o como sea que te llames, ¡ven aquí!

— Sólo iré si me dices tu nombre.

— ¿Y qué rayos importa mi nombre en este momento? —dijo enojada.

— ¿Cómo esperas que te llame, lunatica?

— Eres un niñito de mamá.

— Y tú eres una malcriada.

El ambiente se había tornado muy gracioso y extraño, pues la tierra se estaba moviendo y ambos estábamos diciéndonos cosas cuales niños. Mientras no me decía su nombre, le di la espalda y miré el horizonte. La escena era alucinante: las rocas no se movían de su lugar, nada se derrumbaba a nuestro alrededor, sólo temblaba.

Sólo pasó un momento hasta que ella decidió decirme su nombre. Yo no lo veía como un chantaje, sólo quería divertirme, pues al fin y al cabo, no estábamos en peligro realmente.

— Está bien, chico raro… Me llamo Matilda —dijo sentándose sobre el césped.

—Matilda… qué nombre —sonreí.

— Ni se te ocurra compararme con la niña de la película.

— Jajaja vale, vale. No diré nada al respecto.

Cumplí con lo prometido y caminé hacia donde estaba ella. Me senté a su lado y contemplamos la gran vista que teníamos frente a nosotros. No hicimos nada más que eso: sólo apreciamos aquél espectáculo de la naturaleza.

— ¿No sientes ni un poco de miedo? —dijo Matilda con la cabeza agachada.

— Dejé de sentir miedo desde que mi padre nos abandonó a mi madre y a mí —dije abriendo una bebida energética.

— ¿Y qué sientes en este momento?

— Curiosidad por ver de qué eres capaz.

Gif extraído de Tumblr.

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Soy @medinowski

Gracias por leerme 🐼