Maridaje

nombre masculino

1. Unión y conformidad entre marido y mujer.

2. Unión íntima o armoniosa de dos cosas entre sí.

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La palabra maridaje, en el lenguaje de los vinos, significa unión armoniosa de dos cosas entre sí. Desde hace miles de años el ser humano disfruta de esta maravillosa bebida que es el vino. También al ser humano, le produce mucha satisfacción el comer pero, la unión de comer y beber vino, es un auténtico placer para nuestros sentidos.

Hace unos meses asistí a un maridaje que en principio me pareció muy original pero, por otro lado, tengo que reconocer que era algo escéptica a que este matrimonio pudiese funcionar: VINO+CHOCOLATE. Pensé que tampoco perdía nada por probarlo y al fin de cuentas, un maridaje siempre es una buena excusa para reunirte con amigos y pasar un buen rato.

Como en cada cata-maridaje, al sentarnos nos encontramos con los catavinos y, en esta ocasión, un plato con varios tipos de chocolate. Negro, blanco y negro mezclado, cacahuetes cubiertos de chocolate, bizcocho de chocolate y una "cookie". Los vinos para maridar eran un blanco chardonnay, un rosado y un tinto que llevaba 4 variedades distintas de uva.

Empezamos por la regla básica para los maridajes de vino con chocolate: Marida el chocolate con el vino que más se asemeje a su color. Así que empezamos por probar el vino blanco con el chocolate blanco. La verdad es que es impresionante la manera en que se potencian los aromas y los sabores mutuamente. Fue una grata sorpresa el que un vino que no es de postre encajara tan bien con aquel chocolate.

Después de comer el chocolate, ese sabor dulce y untuosidad que deja en la boca, agradece un vino blanco, afrutado, que potencie los aromas tanto del chocolate como del vino en sí. Es una sensación difícil de describir pero muy placentera.

Seguimos por el chocolate negro… Con el vino tinto hizo una unión perfecta. El amargo del chocolate, en mi opinión, agradece más un vino tinto que no uno blanco o rosado. Después de probar el chocolate bebíamos el vino, pero, después, volvíamos a morder el chocolate de manera que se potenciaban los sabores del vino. También probamos el vino tinto con el chocolate blanco y pasó lo que pensábamos que iba a pasar. Al ser el chocolate blanco tan tan dulce, el vino sabía amargo. No era un buen matrimonio el del chocolate blanco con el vino tinto.

A la par que íbamos maridando los vinos, como en la mayoría de las catas, el enólogo sacó su maletín de aromas para ver cuantos adivinábamos… me encanta esta parte de las catas, para mi es como un “control de calidad” de que lo estoy haciendo bien.

Una vez habíamos maridados los dos chocolates, probamos con el bizcocho de chocolate y el rosado. A mi personalmente no me gustó la mezcla… El rosado que teníamos era muy afrutado y quizás para matar el excesivo dulzor del bizcocho hubiese estado mejor un vino más seco. Probé después con el blanco y la cosa mejoró ligeramente… en el fondo pienso que lo que no me gustaba era el bizcocho en sí. La cookie fue lo más complicado de maridar… con el vino blanco no encajaba, tampoco lo hacía con el rosado y muchos menos con el tinto. Quizás el comer sólo chocolate es mucho más fino y elegante en boca de manera que es más fácil que la sensación de beber después vino sea más agradable. El tema de la galleta quizás requería un trago de agua.

Dejamos para el final los cacahuetes cubiertos de chocolate. Y, siendo sincera, a estas alturas había bebido ya más de 5 copas de vino, con lo que todo ya me sabía bien. Los cacahuetes en ese momento maridaban bien con todo… blanco, tinto, rosado…

Fue un maridaje muy divertido y nos echamos unas risas que, a fin de cuentas, es lo importante. Y para que veáis lo bien que lo pasamos, os dejo una foto del final de la cata.. ya con unas copillas en el cuerpo...

¡¡¡TODO SE VEÍA DISTINTO!!!

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Mis posts de CATANDO EL SOMONTANO

CATANDO EL SOMONTANO: La producción del Vino

CATANDO EL SOMONTANO: Cata de Vino Tinto

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@mdcomes

Fuente de las Imágenes [1]