Una de mis aficiones es la cata de vinos y los maridajes. Desde muy joven me ha gustado tomarme un buen vino y, con el tiempo, la curiosidad quiso que me interesara por su elaboración y por conocer esta bebida más a fondo.

Tengo la gran suerte de vivir en una tierra vitivinícola, de manera que puedo disfrutar de catas durante todo el año así como visitar bodegas, ya que es uno de los principales atractivos turísticos de la zona.

Es curioso todo el proceso de elaboración del vino, desde que plantan las vides hasta que llega a nuestra copa, así que voy a intentar explicar de una manera sencilla y muy resumida cómo se produce vino, en este caso, vino tinto que es mi favorito.

Despalillado

Después de la vendimia, cuando se recepciona la uva en la bodega, se procede al despalillado. Esto consiste en eliminar el raspón con la finalidad de que con la maceración, no haya estructuras vegetales que puedan dar sabores desagradables y que disminuyan el grado alcohólico.

Maceración

Las uvas enteras se meten en grandes depósitos de acero inoxidable (pueden ser también de madera) dónde los azúcares se transforman en alcoholes (fermentación alcohólica) gracias a las levaduras. El mosto va cogiendo el color característico del vino tinto al estar mezclado con las pieles, que es lo que le da el color.

El gas carbónico empuja los hollejos que es el conjunto de pieles, pulpas y semillas hacia arriba, formando una capa de materiales sólidos que se llama “sombrero”. Para que coja el color el mosto, se mezcla varias veces con el sobrero, sacando el mosto y volviéndolo a introducir por encima pasando por el sombrero. En esta parte del proceso se usa anhídrido sulfuroso que se encarga de triar las levaduras que posteriormente intervendrán en la fermentación maloláctica.

Prensado

Se hace de forma automática usando prensas neumáticas, aquí es donde se saca el mosto que ha quedado impregnado en las partes sólidas que quedan después de retirar el primer mosto. En el interior de la prensa hay una membrana que se hincha con aire y que ejerce presión sobre la uva, sacando así todo el líquido. Este mosto, es mucho más rico en taninos que el anterior ya que ha estado más tiempo en contacto con las pieles y pulpa de la uva.

Fermentación maloláctica

Después de la fermentación alcohólica, las bacterias lácticas que se encuentran en el entorno, transforman el ácido málico en láctico de manera que la acidez del vino se reduce.

Trasiego

El vino deposita de forma natural las lías (materia sólida que queda en el depósito después de la fermentación) en el fondo de la cuba. Para evitar la turbidez en el vino, es aconsejable pasarlo a cubas limpias por esta razón el vino se trasiega, de este modo se airea y permite también que se evaporen las sustancias volátiles que resultan de la fermentación.

Clarificación

Para hacer precipitar las partículas que hayan podido quedar en suspensión, el vino se clarifica. El origen de este nombre se debe a que antiguamente, se hacía la clarificación con clara de huevo. La clara de huevo iba precipitando hacia el fondo arrastrando consigo las partículas que quedaban en suspensión. Actualmente se utilizan otros métodos clarificantes que aceleran la caída de estas partículas del vino como pueden ser albúminas y gelatinas.

Filtrado

Consiste en separar las partículas que pudieran quedar en el vino después de clarificarlo mediante un proceso de filtración.

Embotellado

Previo al embotellado, los vinos crianza, reserva y gran reserva pasan por un delicado proceso de envejecimiento pero esto es otro tema del que ya os hablaré... Los vinos jóvenes serán embotellados. Este es un proceso importante ya que, después del embotellado, el enólogo ya no podrá intervenir más en la producción del vino.

¡Y ya lo tenemos listo para beber!

@mdcomes

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