La Flor Pálida: Mi Deshojar es un Hecho
¡La Flor Pálida: Mi Deshojar es un Hecho!
Cada día que pasa,
me convenzo mas,
que ya lo nuestro se terminó,
solo le daba larga al asunto,
todo lo que hiciste,
producto de tu desconfianza, desatención y desinterés en mi,
parecía un cero a tu izquierda,
era tu última prioridad en tu cadena y eslabón perdido,
si, es así,
aunque sé, que por mucho tiempo lo supe,
solo lo calle,
o me hacia la ciega, sorda y muda,
ante los hechos,
con la esperanza que me amaras un día de nuevo,
si en realidad alguna vez lo sentiste o todo fue un completo engaño…
Todavía te AMO,
no puedo negarlo,
solo Dios sabe cuánto te Amé,
y todo lo que hice y aguante, fue por amor,
pero soy realista, más allá de todo,
y sé, que esto no me llevará a nada bueno,
además que la distancia fue un problema,
todavía lo es,
era un agente perturbador en nuestras vidas,
y tu nunca diste un paso al frente,
no sacrificaste nada,
te forraste en excusas,
en vez de dar la cara,
con honestidad y valentía,
siempre con la verdad…
No entendí,
jamás tu comportamiento,
todavía no lo comprendo,
busco entenderlo para sellar este tormento,
porque no entiendo, que alguien que sencillamente ama,
actué de esa manera,
debe de demostrar acciones, más que palabras,
las palabras se las lleva el viento,
y con Él, borra todo a su paso…
Menos debe hacer promesas incumplidas,
que a la final terminan estropeando y matando todo…
Pero, me di cuenta,
cuando me tocó una y otra vez,
estrellarme contra la pared,
pareció fulminante,
sentí que una aplanadora,
me hubiera atropellado,
destripado, aplacado, sí, fue aplastante,
porque a pesar de eso, el dolor se hizo grande,
me sentí desde ese día,
que desperté del más allá,
serena, fría y decidida a acabar con este sufrimiento,
de colapso y crisis instantáneas, llenas de impotencia,
que me acecho asecho por estos 3 largos año…
Fue un momento,
donde se paralizó todo,
mi vida rebobinó,
en cuestiones de segundos,
observe todos los escenarios,
en cada uno de nuestros encuentros,
y fui armando las piezas,
evaluando cada trato,
cada atención ínfima,
cada cariño fallo,
una cosa inconclusa sentí,
en todos esas colisiones,
me pregunté: ¿Dónde estaba yo?
Que no vi todo aquello,
¿Cómo no tuve una mente más despierta?
Para darme cuenta de lo que estaba en mis narices,
que esas acciones se volvieron tan repetitiva,
tan cíclica e infinita,
y en un punto de mi sobriedad,
daba miedo que se hicieran eternas…
Quizás, más pudo el amor,
que la condenada conciencia,
que se dejó dominar por ese sentimiento,
tan sublime, tan perfecto y mágico,
es conocer la gloria, es vivir en el paraíso, del Edén Perdido,
pero lástima que es inevitable el deshojar,
así son las cosas,
así somos los seres humanos,
dependemos de emociones y sentimientos,
nos forramos de cosas materiales,
y hoy amamos por amor,
mañana olvidamos por dinero,
en el futuro no sabemos…
Por eso, debemos aprovechar,
cada segundo de nuestros encuentros,
vivirlos al máximo y a plenitud,
no posponerlo para un mañana,
es incierto,
no tiene garantía de nada,
y ocurre lo inevitable,
te quedes sin el chivo y el mecate,
se enfría todo,
se extingue esa llama,
que se apaga poco a poco…
Así es el desamor,
sientes una desilusión,
y un día llega de un golpe,
a causa de las fractura del diario vivir…
Desde ese entonces,
ya no hay vuelta atrás,
se emprende alzar otro vuelo,
se empieza un viaje sin retorno al pasado,
se arranca la página de un suspiro,
y se sella y congela el corazón,
para evitar por un tiempo el sufrimiento,
hasta que las hojas,
se curen de sus heridas,
cicatricen un poquito por lo menos…
El deshojar ya empezó,
No hay vuelco que valga,
La flor se volvió a marchitar,
A refugiar del dolor,
pero esta vez no está perdiendo el color,
a madurado y trascendido una etapa,
será que está llegando a su edad senil,
a transmutado en su forma de amar,
ya amar, no depende de otro,
sino de sentirse amada,
que la acción del otro no sea un agente perturbante,
que no sea una condición que dependa de nadie,
no, amar,
va más allá,
es así incondicional,
así como Jesús nos amó,
rompe con todos los moldes,
y se asienta y enraíza para consolidarse en el tiempo…
Lo nuevo empieza ahora,
no, mañana, ni antes ni después,
los tiempos de Dios son perfectos,
el deshojar es necesario en nuestras vidas,
para empezar a florecer,
nos permite crecer, avanzar y lograr nuestros sueños,
en cada una de nuestras etapas,
desde el nacimiento hasta la muerte…
Mis hojas se caen,
se están limpiando,
como torrentes embravecida,
porque La Flor empezó a resurgir,
y es VALIENTE, aún en sus peores dificultades,
somos seres de LUZ,
pero dejarme vencer, jamás,
y no me frenará,
porque amaré hasta la eternidad,
hasta el último aliento de mis días,
aunque duela y deba dar mi amor, una y otra vez,
no tengo miedo de fallar ni de morir en el intento,
quizás en el futuro vuelva amar de nuevo, no lo sé,
por ahora debo darme mi tiempo,
debo meditar al respecto,
he comprendido la fórmula de amar de nuevo…
Nota: Para la elaboración de los demás diseños se utilizó Paint, fotos de mi autoría y elaborado por mí persona.
Muchisimas gracias por su valioso apoyo, espero seguir deleitándolos con mis humildes letras.
Sigan realizando su hermoso trabajo.
Buenas noches, se les quiere en la distancia pero no en el olvido.
Saludos cordiales.
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