Cada vez es más famoso el intermittent fasting (IF) o ayuno intermitente. Ha despertado la curiosidad de muchas personas en la búsqueda del "Mejor Método" para lograr una mayor pérdida de grasa corporal, pero ¿Qué sabes al respecto? Bueno... Te cuento mi experiencia...

Principalmente debo aclarar que NO se trata de una dieta, sino de un patrón de alimentación, igual que comer 3 o 5 veces al día. No tiene nada que ver con qué o cuánto comes, sino con CUÁNDO comes.

El ayuno intermitente puede dividirse en tres modalidades:

▪ Ayuno del día alterno:
Se trata de un ayuno prolongado durante 24 horas alternado con 24 horas de ingesta normal de alimentos pero teniendo en cuenta la cantidad de calorías, es indispensable aclarar que deben estar distribuidas en base a una planificación de macronutrientes para evitar el catabolismo, que no es más que la pérdida de masa muscular por medio de absorción para obtener energía.

▪ Ayuno del día entero:
Este ayuno involucra 1 o 2 días de sacrificio, puede ser total o parcial, durante la semana, el resto de los días la ingesta de alimentos también debe ser previa planificación para obtener los resultados de forma óptima.

▪ Ingesta de tiempo restringido:
Consiste en un período de ayuno de 16-20 horas seguido de un período de ingesta de 4-8 horas por día, dependiendo del periodo de ayuno que se seleccione.

Seymour et al. publicó en el año 2015 la mayor revisión sistemática hasta la fecha, después de evaluar 40 estudios sobre los efectos del ayuno intermitente versus un déficit calórico continuo sobre el peso, la composición corporal y otros parámetros clínicos. La conclusión fue que ambos métodos tienen "resultados aparentemente equivalentes" en términos de reducción de peso y cambios en composición corporal. Es decir, el ayuno intermitente NO resultó ser mejor que una dieta normal con déficit calórico continuo.

Después de documentarme un poco sobre el tema en cuestión, decidí realizar un ayuno 16/8 que no es mas que 16 horas de ayuno con 8 horas de ingesta.

Durante el tiempo que realicé el ayuno, resultó en una mayor pérdida de grasa en comparación con la dieta que venia realizando de forma normal, sin mayores cambios en la masa magra. La ingesta total de energía y macronutrientes fue idéntica, la única variante fue incrementar la ingesta de proteínas. Consumía al día 1,8 gramos de proteína por cada kilogramo de peso corporal.

Como puede apreciarse en el cuadro anterior, en un periodo aproximado de 17 semanas (recuadro negro), logre perder 11 kilogramos (recuadro azul), con una reducción de 3.6% de grasa corporal (recuadro rojo).

Al final del día, el ayuno no es malo, simplemente según mi apreciación personal, no es opción a mantener de forma permanente porque genera cierto desgaste y niveles de cansancio en los días que la alimentación por diferentes motivos falle y eso tiende a disminuir tu rendimiento en otras actividades. Recuerda que es de vital importancia individualizar tu alimentación bajo la orientación de un buen Nutricionista Deportivo que conozca con exactitud como funciona tu cuerpo y la cantidad de calorías diarias que necesitas para que puedas lograr los objetivos que te propongas...

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