Persiguiendo a la liebre

El tiempo se ha vuelto muy fugaz, es mi único pensamiento mientras me esfuerzo por hacer durar el día pero ni en casa ni en la oficina estoy rindiendo. El otro día lo estuve platicando con un amigo pero tengo el temor de estarme volviendo obsesivo con ese asunto, no quiero que me confundan con aquellos locos que están diciendo que la tierra es plana. Bueno, la otra vez hasta en eso me quedé pensando, ¿no lo será y por eso el tiempo se vuelve extrañamente acelerado? Qué me importa, tengo demasiadas preocupaciones ya para andarlo averiguando.

Sigo sellando estos documentos, debo hacerlo bien porque todo esto debe tener un significado para sus dueños, veo el día cómo vuela y cuando menos me doy cuenta ya se me ha acabado la semana poniendo sellos. No me parece que hace unos años se fuera tan rápido el tiempo. Por eso pienso y repienso que algo nos están escondiendo. Alguien debe saber por qué se dan estos escurrimientos del tiempo.

Estuve buscando en mi computadora a través del internet si es que algo ha pasado y sí, efectivamente, hay demasiada información al respecto, tanta que yo no entiendo nada. Unas informaciones desmienten a otras acusándolas de falsas y otras son tan increíbles que a primera vista dan mucha desconfianza. Y yo sigo pensando por qué no me alcanza esta rápida semana.

Hace dos meses fui a visitar a mi madre y ya me está reclamando que no la veo, pero yo siento que fue ayer cuando me senté con ella a platicar con su café y las galletas. Pero es verdad, antes no pasaba tanto tiempo sin verla, pero es que ahora simplemente no me doy cuenta. Trato de dejar todo listo, no tener ningún pendiente para pasar toda una tarde juntos y en esos quehaceres se me están yendo estaciones enteras.

Ha pasado un año completo en medio de estas recurrentes cavilaciones en las que espero saber qué es lo que está pasando con mi tiempo. Mi trabajo de los sellos se ha retrasado tanto que ya no estoy seguro si tiene algún significado. Pero todo mundo ha dejado de verme como loco, ya están acostumbrados a mis quejas sobre la velocidad del calendario. Incluso en el fondo los miro preocupados, ellos también saben que el tiempo corre más rápido. Total, yo ya pronto me estoy jubilando.

Todos están esperando un día maravilloso, su bautizo, su boda o su cumpleaños, pero el tiempo se ha vuelto tan fugaz que cuando llega no son capaces de percibir la maravilla y entonces el día ya quedó en el pasado. Los voy mirando cada vez más angustiados.

Ahora estoy en mi ataúd, mis familiares se están yendo del funeral, todo se ha terminado. Creo que ahora si tendré muchas horas para entender qué ha pasado con el tiempo que me han robado.

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