#Reto12Votos Semana 28 - Un día perfecto.
Me complace seguir participando en tan dinámico concurso. En verdad que, es una grata sensación compartir experiencias de diversas índoles con ustedes, y claro que se lo agradezco a Dios, muchísimo.
"Mi día perfecto" es un concurso en el que no hay restricción temática, y por ello vamos a encontrarnos con vivencias sumamente diferentes, ya, de una vez voy con la mía. Escribiré en tiempo pasado pues me refiero a mis tiempos de docente de educación musical de preescolar de 1985 a 2010, año en que fui jubilado.
Mi día perfecto.
Me acostaba temprano porque tenía que levantarme a las 4.30 de la madrugada para prepararme e ir a dar clases de educación musical en el jardín de infancia "La Paraulata", de 7 am a 3.00 pm.
Mi horario empezaba con la alegría de recibir a los niños, con un cuatro en la mano, y luego desayunar con ellos.
Nunca sentí una dicha tan grande como ver esos rostricos tan lindos desde la mañana, y rodearme de ellos, sentir los saltos sobre mí, ya que me sentaba en el piso. Y les enseñaba canciones populares, y otras muchas mías, entre las cuales menciono "Contento por el carnaval", fecha próxima y apropiada.
Mi día iba marchando a perfección. Iba de salón en salón, hasta completar los 3 niveles.
Al terminar con la música, acompañaba a las maestras en sus labores, y me hacía un niño más, para jugar con ellos, algo que les encantaba porque seguían con sus brincos y su apreciado juguete humano.
Al llegar el mediodía, tomábamos el almuerzo arrimados a enormes mesones. La bulla sonaba a felicidad, y los gritos de la negrita María y la atención de Violeta eran estupendos.
Luego de ese almuerzo, había que dormir la siesta, y en sus colchonetas se acostaban en asombrosa quietud.
A veces la maestra Aurora y yo nos íbamos para un salón para que le cantara temas de su agrado, y así nos pasábamos ese mediodía.
Y no faltaba el "escape" hacia el salón de una maestra con la que tuve un noviazgo que nos condujo al matrimonio. Ahí aprovechaba y le escribía poemas.
Al terminar la siesta a la 1 de la tarde, había que ensayar números para los actos de acuerdo con el motivo, y había que dedicar mucho tiempo, porque a la primera dama del estado, en ese entonces Beatriz de Freites, le encantaba presenciar los números variados que se presentaban, entre ellos, bailes de la culebra, calipsos, joropos o merengues venezolanos.
Los niños y todos disfrutábamos en grande de esos ensayos, hasta que llegaba la hora de salida. Y como el preescolar dependía de la Fundación del Niño, tocaba repartir los niños. No me era asignada esa tarea, pero muchas veces me iba en ese autobús amarillo con más de 60 niños, a repartirlos por todos los barrios de San Juan de los Morros. LLegaba a casa como a las 6 pm.
Era una costumbre muy hermosa ese trabajo, pero lamentablemente, me llegó el tiempo de jubilación.
Aun así, después de tanto tiempo, puedo decir que ese era "Mi día perfecto".
Gráfica perteneciente a la mamá de Hoffman Franco, quien está declamando un poema para luego bailar joropo.
Al cuatro @lecumberre, año 1986.
Dios les bendiga, y éxitos en el concurso.
Me acostaba temprano porque tenía que levantarme a las 4.30 de la madrugada para prepararme e ir a dar clases de educación musical en el jardín de infancia "La Paraulata", de 7 am a 3.00 pm.
Mi horario empezaba con la alegría de recibir a los niños, con un cuatro en la mano, y luego desayunar con ellos.
Nunca sentí una dicha tan grande como ver esos rostricos tan lindos desde la mañana, y rodearme de ellos, sentir los saltos sobre mí, ya que me sentaba en el piso. Y les enseñaba canciones populares, y otras muchas mías, entre las cuales menciono "Contento por el carnaval", fecha próxima y apropiada.
Mi día iba marchando a perfección. Iba de salón en salón, hasta completar los 3 niveles.
Al terminar con la música, acompañaba a las maestras en sus labores, y me hacía un niño más, para jugar con ellos, algo que les encantaba porque seguían con sus brincos y su apreciado juguete humano.
Al llegar el mediodía, tomábamos el almuerzo arrimados a enormes mesones. La bulla sonaba a felicidad, y los gritos de la negrita María y la atención de Violeta eran estupendos.
Luego de ese almuerzo, había que dormir la siesta, y en sus colchonetas se acostaban en asombrosa quietud.
A veces la maestra Aurora y yo nos íbamos para un salón para que le cantara temas de su agrado, y así nos pasábamos ese mediodía.
Y no faltaba el "escape" hacia el salón de una maestra con la que tuve un noviazgo que nos condujo al matrimonio. Ahí aprovechaba y le escribía poemas.
Al terminar la siesta a la 1 de la tarde, había que ensayar números para los actos de acuerdo con el motivo, y había que dedicar mucho tiempo, porque a la primera dama del estado, en ese entonces Beatriz de Freites, le encantaba presenciar los números variados que se presentaban, entre ellos, bailes de la culebra, calipsos, joropos o merengues venezolanos.
Los niños y todos disfrutábamos en grande de esos ensayos, hasta que llegaba la hora de salida. Y como el preescolar dependía de la Fundación del Niño, tocaba repartir los niños. No me era asignada esa tarea, pero muchas veces me iba en ese autobús amarillo con más de 60 niños, a repartirlos por todos los barrios de San Juan de los Morros. LLegaba a casa como a las 6 pm.
Era una costumbre muy hermosa ese trabajo, pero lamentablemente, me llegó el tiempo de jubilación.
Aun así, después de tanto tiempo, puedo decir que ese era "Mi día perfecto".
Gráfica perteneciente a la mamá de Hoffman Franco, quien está declamando un poema para luego bailar joropo.
Al cuatro @lecumberre, año 1986.
Dios les bendiga, y éxitos en el concurso.
Hola @lecumberre. Alguna vez escuché que no colocaban hombres en preescolar porque eran rudos ja,ja,ja, me cayeron a charla ja,ja,ja... bueno gracias por evocar tan bellos momentos de su día perfecto.
Hola, Antonia. Siempre decían que eran "sospechosos" los hombres que se graduaban en preescolar, y sin embargo, conocí a 2 tal vez en el 1998. Durante todo el tiempo que estuve en preescolar, tuve que recibir las bromas de los demás. Muchísimas anécdotas quedaron en la mente.
A nivel nacional éramos muy pocos, y creo que ya no hubo más hombres que estudiaran preescolar.
Gracias por visitar y comentar.
AL leerte, denoto mucha dedicación, pasión y vocación, sobre todo la ultima, son muy pocas las personas que tiene vocación a la educación, y eso es lo mas importante en un país! me recordó a mi hermana docente que siempre dice, "mi mejores años fueron trabajando con los niños" saludos
Gracias, @jenam- Así es: dedicación, pasión, emoción y vocación. Todo junto. Tengo la dicha de ser el autor del himno de preescolar que compuse el 3-31986, mi mayor orgullo artístico-musical, gracias a Dios. El niño de preescolar es lo más puro y sano que Dios haya creado.
Qué rica en vivencias, experiencias y anécdotas es la vida del docente de aula. Yo leí el post y pude imaginar bien la situación porque también me mantuve en el contexto educativo por casi treinta años. La perfección viene dada por la satisfacción de sentir que se cumple con el deber para el cual uno se formó y por el acompañamiento que se hace a estos seres que van creciendo y a los cuales uno quiere mostrarles un camino lleno de flores, para que la jornada sea amable. Me encantó su post. Saludo.
Las gracias, @charjaim. Es grato recibir comentarios de esta naturaleza, que es propulsada por el afecto puesto de manifiesto en el post. Dios te bendiga.
Hermosas remembranzas, se de lo que habla pues he trabajado en los diferentes niveles educativos, el amor por lo que se hace es innegable en la vida del educador con vocación, pero que lindo que ese sea justamente su descripción de "día perfecto", es admirable.
Un gusto leerlo.
Posted using Partiko Android
Así es, @slwzl. Una experiencia fantástica. Preescolar es la etapa más bonita con que me tocó trabajar. En la única que nunca laboré fue con adultos, es decir, a nivel superior.
Cómo está Sr @lecumberre, lo invadieron recuerdos muy hermosos, sabe qué me generó impresión? Saber de un maestro en la etapa de preescolar, nunca había sabido de alguno. Debió ser una muy bonita experiencia. Gracias por participar nuevamente, siempre será bienvenido.
Hola, Belkis. Sí, siempre llama la atención este caso, porque somos muy pocos los hombres graduandos en tal especialidad. Hice un post hace como 7 meses de este caso, y fue votado. Me gradué en la Upel, y había 2 secciones, una con 38 participantes, y otra con 39. Total: 77, pero tuve el privilegio de ser el único hombre. Me tenían "remingón", y además, como toco el cuatro, celebrábamos todos los fines de semana. Gracias por haber leído con mucha atención mi post. Mi día perfecto.
Esos días memorables quedaron para siempre en tu memoria. Es una de las cosas grandes de la docencia, ese contacto permanente, día a día, con los niños y los jovenes que son el futuro. Yo también guardo en mi memoria muchos de esos días cuando fui profesor de liceo. Gracias por la publicación.
Un saludo, @irvinc. Ciertamente, algo inolvidable y bonito. Nunca se brran los recuerdos, que también acuden cuando me encuentro en la calle con niños que me recuerdan con claridad y cariño.
¡Ay que bonito! Que días tan perfectos, me imaginé todo el ecenario y me dibujaste una sonrisa, recordé cuando estaba en aula <3 gracias por compartir tan hermosa experiencia. Saludos @lecumberre 🤗
Hola, Are, fortuna tuvimos quienes dedicamos nuestra vida a la enseñanza. Y si es preescolar, mucho mejor. Dios te cuide.
Que bellos recuerdos @lecumberre y días perfectos. Conozco ese placer de compartir con muchos niños guiarlos y proporcionarles bellos momentos, eran días de mucho trabajo y llenos de perfección.
La más grata y meliflua experiencia en educación, que se pueda tener.
Wuaoooo amigo verdaderamente un día perfecto, el recordar la infancia de esa manera, esos momentos únicos que ya no se repiten, excelente día perfecto....
Así es, Mauricio. Muchas gracias por tu "asombro". Realmente fue algo sublimemente maravilloso, y no se dará más en la vida un día así. Bendiciones de Dios.
Que emoción, de verdad que trabajar con niños es una de las actividades más bonitas del mundo, en un día de verdad perfecto el mejor del mundo @lecumberre me encanta que nos acompañes y nos compartas tan estupendo recuerdo, muy bonito me entusiasma.
Una experiencia linda de verdad. Muchas gracias por el comentario.