Historias del espacio prólogo [novela propia]
El sonido de aquella capsula aterrizando había sido estruendoso, pero no tan estrepitoso como la escena de una veloz figura ovalada cayendo de manera perpendicular a un infinito horizonte arenoso y seco, había una tormenta de arena ocurriendo al mismo tiempo en el mismo lugar que aquella escena ocurría, pero aun con el aire cubierto de un color arenoso y café, y el constante soplido de un viento arrasador que ensuciaba la escena por completo, hubiera sido visible para cualquiera la forma en que ese objeto extraño chocó contra el suelo, el objeto era de color negro intenso, muy oscuro, con una forma casi ovalada pero con los extremos cortos mas achatados que los largos,el objeto estaba ardiendo, no tenia llamas y no presentaba ningún color distinto a su natural color negro, pero si alguien lo hubiera tocado en ese momento con un dedo, el dedo se hubiera apartado al instante, una marca muy roja hubiera aparecido y una ampolla grande quedaría para testificar cuanto ardía aquel objeto, Pero no era el caso, porque en aquel desierto no había nada lo suficientemente cerca para tocarlo, ni nadie lo suficientemente cerca para sufrir las consecuencias de el estruendoso golpe que había ocasionado un cráter más largo de diámetro que profundo, pero lo suficientemente profundo para que casi un tercio de la ovalada capsula fuera cubierta por arena y la otra parte quedara descubierta en el inhóspito paisaje, donde la arena golpearía la coraza creando un ruido que nadie escucharía pues era tapado por el sonido del vendaval.
Vadalor era un un joven flacucho y estirado,con barba corta y esponjosa y un caminar de zancadas,con ojos grandes y boca pequeña, como de costumbre se dirigía a las afueras de delbas, porque había escuchado que ya había llegado el comercio, también había escuchado que sería la ultima vez que vendrían los trotamundos en cuento se enteraran de la situación política de aquél lugar, pero Vadalor prefirió ignorar eso último, en primer lugar porque ir a ver los objetos que traían los trotamundos desde toda la galaxia era una de sus actividades favoritas y pensar que ya no los volvería a ver en verdad era molesto para el, en segundo lugar porque no tenía ni idea de la situación de delbas y alrededores, había oído, como todos, rumores de los "renacidos", pero sobre todo había visto como causaban problemas en delbas, madilan y alrededores, Vadalor sabía que se avecinaba algo desagradable porque las atrocidades que causaban esos grupos eran solo el comienzo, para vadalor eran solo las primeras de muchas, hace cuatro días amanecieron tres cadáveres en la plaza central de delbas,y como esa anécdota había habido muchas en los últimos dos tres años.
Después de un largo camino por casas no muy lujosas, arena y un sol que se ocultaba conforme él llegaba a los extremos de delbas, por fin llegó y por fin divisó la extensión de carpas que aparecía frente suyo, se veían como diminutas desde lo lejos que estaba, el cielo estaba entre azul y rojo con el sol ocultándose y de entre las "pequeñas" carpas se veían encenderse luces poco a poco, primero una en el extremo izquierdo, luego otra en el derecho, otra más en el lado derecho y una y después ninguna más, Vadalor se emocionó al ver esa imagen, una imagen que solo veía unas cuantas veces cada año, y le recordaba lo mucho que pensaba en el mundo fuera de delbas. "Y que estoy esperando" pensó, debería dejar de lloriquear y conseguirme una salida de una buena vez.
