De cómo hubo abejas que entregaban “mHiel” en la entrada de La Puerta - Parte III
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De cómo hubo abejas que entregaban “mHiel” en la entrada de La Puerta
- Parte III
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Y cubriéndolo todo, los puntitos negros empezaron a mostrar a todos que algo no estaba funcionando bien en la colmena.
Y cubriéndolo todo, los puntitos negros empezaron a mostrar a todos que algo no estaba funcionando bien en la colmena.
-Que el problema no es la mHiel, decía la Reina Obrera- que a mí me alimentaron así y es así como debe ser.
-Que el problema es la mHiel, decía el abejorro- pues no se sabe dónde termina el alimento y donde comienza el veneno que ustedes las abejas usan en sus aguijones. Si ambos se mezclan estamos envenenándonos.
-Que el problema son las obreras que no siguen normas, -decían los zánganos- preocupados por poner orden y estructura y al mismo tiempo por complacer a la Reina.
Pero la solución provino de donde menos se esperaba; el gran zángano encargado de alimentar a todos, confrontó al abejorro cuando este le propuso cambiar la receta de una sopa famosa por esos lares. Le dijo, lo que pasa es que se están olvidando de un ingrediente básico, que permite que la miel sea miel y la hiel sea hiel.
Ese ingrediente es la CON RUGENCIA, un ingrediente especial que hace que las cosas sean realmente lo que son. Un ingrediente que parecía ser dos, realmente era uno la CONRUGENCIA. Un ingrediente importantísimo cuyo uso habían venido olvidando en toda la colmena, desde la Reina, pasando por los zánganos hasta las obreras.
Y decía, el cocinero: lo que vayan a hacer háganlo con CON RUGENCIA; háganlo con CON RUGENCIA. Y el abejorro le escucho y a su manera, que a veces parecía chocar con las paredes hizo rebotar su zumbido en todas las estructuras de la colmena, para que cada habitante de la misma escuchara el antiguo mensaje que transmitieron los ancestros: háganlo con CON RUGENCIA… háganlo con CON RUGENCIA.
Continuará...