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Dios nos ama tanto pero taaaaantooo, que aunque nos creó a su imagen y semejanza y aunque nos dio todo los que nos rodea, no nos obligó a creer en él, no nos obligó a creer en su amor, porque tanto nos ama, que no quería que creyéramos en él y en su amor por obligación. Nuestro Dios padre fue el que nos dio la libertad de expresión, capaces de decidir por nosotros mismos, de razonar, capaces de hacer lo que quisiéramos en este mundo. Tanto nos ama Dios que no quería que nos sintiéramos marionetas de él. Así que no pretendamos decir ahora que lo que está pasando es por culpa de las escrituras, como si nuestro destino ya fuese estado escrito.

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Si queremos buscar un culpable de lo que pasa hoy en día, pues vayamos absolutamente todos y parémonos en un espejo gigante y tendremos los culpables al frente de nosotros. Nuestro mundo se está dividiendo cada vez más tanto político, social, económico, religioso y pare de contar cuantas cosas más, Y se está dividiendo por algo tan simple como que no somos capaces de respetar los pensamientos de los demás. Retrocedamos un momento al principio, si Dios nos creó a todos por igual, nos ama a todos por igual y nos da libertad de hacer, decidir y creer en lo que queramos, sea o no sea lo correcto, ¿Quién eres tú para crear diferencias? ¿Quién eres tú para juzgar?. Si quieres buscar un ejemplo a seguir pues hay tienes a Jesucristo, que aun siendo el hijo de Dios no dejo de mostrarse a nosotros como una persona más, como nuestro hermano, en el encontraras la más grande enseñanza de humildad y la más grande muestra de que en la tierra nadie es más ni menos, porque aunque es el hijo de Dios, trato como hermanos a ladrones ,brujas ,prostitutas ,los que lo querían de verdad, a los que dudaban de él, a los que lo querían ver muerto, a los leprosos, a los ciegos , a los ricos, a los pobres, a todooooooos. Es que si queremos ganarnos el reino de los cielos, no hace falta vivir metido en una iglesia, no hace falta cargar una Biblia debajo del brazo todos los días, no hace falta que des parte de tu sueldo para la iglesia, ni que reses todos los días, ni que hagas 100 rosarios. Solo hace falta ser más humanos, habré tu corazón para respetar y darle amor al prójimo a pesar de las diferencias, tiende tu mano a quien lo necesite, visita a los enfermos, acompaña a los demás en sus dolores, haz que tus actos hablen más que tus palabras, porque recordemos que como tratemos a nuestro prójimo en la tierra así mismo Dios nos tratara en el reino de los cielos, porque en el prójimo esta Dios.

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