Sin duda hay algo en ti.

Sin duda hay algo en ti.


Quizás es la manera en la que se iluminan tus ojos cuando me hablas de aquello que te apasiona. Te veo sonreír mientras me cuentas de las ocurrencias de tus amigas. Se te escapa la risa más bella cuando me explicas las pequeñas maldades que le haces a tus estudiantes, como si fueses una pequeña niña tramando una travesura.


Quizás es la forma en que juegas con tu hermoso cabello. Después de tantas películas de Hollywood cuesta un mundo verte girar aquel mechón de pelo sin pensar que podría ser una señal para mí, una invitación tal vez. Un pequeño gesto que haces con total inocencia y yo busco interpretar de maneras sugerentes.


Quizás es la manera en la que posas tu cabeza en mi hombro cuando vemos películas de terror. Estás aterrada por el monstruo de turno, pero yo solo puedo pensar en la proximidad de tus labios y los míos. Sujetas mi brazo con fuerza, buscando sostenerte de mí ante el miedo y yo tomo tu mano con la mía. Puede que lo haga para que sepas que estoy allí contigo, pero también lo hago por la ilusión de tomar tu mano.


Quizás es el apoyo incondicional que le das a tus amigos. Contra viento y marea avanzas en tu afán por siempre proteger a aquellos que te importan. Pocas personas son tan dulces y desinteresadas como tú y lo das todo por tus compañeros incluso cuando estos te hieren. Tu dedicación a servir a los demás es cuando menos admirable. Estás allí siempre que lo necesitan y eres la heroína de aquellos que cuentan contigo.


Quizás es el carisma que te envuelve. Ese dulce y fascinante encanto que me arropa cuando me hablas. Esa simpatía tan abrumadora que transpiras por los poros de tu piel y que hace imposible no quererte. Si hay algo sencillo en esta vida es apreciar lo agradable que puedes ser en todo momento. La calma y bondad que transmites con cada palabra que dices.


Quizás es el pequeño toque excéntrico en tu forma de ser. Esas curiosidades que te rodean pues no eres una chica cualquiera. Eres una mujer intrigante y misteriosa, inocente y a la vez madura. Puedes ser tan interesante como te provoque en el momento y aburrirse de tus historias y anécdotas es sin duda una tarea titánica.


Quizás es la suma de todas las pequeñas cosas de ti que poco a poco y sin descanso enamoran. Quizás es que eres un ángel entregado en un mundo donde ya no hay santos de mi devoción. Eres única entre todas las personas que conozco pero a la vez siento que compartimos tantas cosas que me pareció chistoso el día en que decidimos que éramos la misma persona pero de diferentes dimensiones. Tú en tu espacio y yo en el mío parecemos complementarnos de una manera casi destinada. Quizás solo soy yo pensando tonterías mientras te escribo esta carta. Quizás todo lo que siento y pienso sobre ti está mal y yo debería ignorar estos relámpagos que recorren mi cuerpo al verte.


Quizás debí decirte que sí, que prefería estar allí contigo que en cualquier otro lugar con cualquier otra persona.

Yo no sé qué es ese algo, pero sin duda hay algo en ti.

Y ese algo me encanta.