El viaje del UPH Steem Ligh 1: Primer capítulo, original de @janaveda

El descenso fue rápido, duró aproximadamente nueve minutos, las nubes grisáceas abarcaban la totalidad de la atmósfera alta, los sensores indicaban que la composición del aire era bastante parecida a la terrestre, pero la primera impresión al llegar a la superficie fue estar en un desierto de agua.

Cooper le dijo al tripulante que aterrizara en las aguas, los sensores indicaban que eran poco profunda, aproximadamente de 14 metros de profundidad. La nave fue diseñada con la capacidad de navegar en área submarina.

Al ir aminorando la velocidad, ingresamos en aquel inexplorado océano planetario, sin ninguna perturbación. La vista era muy clara, como si estuviésemos en una piscina. Así empezamos el recorrido por aquel monótono paraje marino, sin rastro de vida.

Pasado dos horas, vimos unas estructuras pétreas algo extrañas posada en la amarillenta arena acuática. Definitivamente, sus formas indicaban artificialidad, no eran un capricho de la naturaleza de aquel planeta aparentemente desolado. Los dólmenes aunque estaban limpios y muy bien conservados, también indicaban que era el vestigio de una catástrofe.

Tomamos fotografías de las estructuras grisáceas por los distintos ángulos para luego examinarlas en la nave nodriza. Con estos hallazgos regresamos al UPH Steem Light 1, con más preguntas que respuestas, nuestro largo viaje de exploración se veía prometedor, ¿qué nos encontraremos en los próximos días?

El capitán Cooper, le dijo al tripulante:

— Es hora de regresar al Steem Light, ingrese las coordenadas en la computadora — la aeronave empezó a ascender de aquel océano cristalino y tomo rumbo a la nave nodriza.

Las nubes grises se habían dispersados, el cielo de aquel planeta, en pocas horas se había tornado azul, Cooper y los tripulantes sentían una quietud indescriptible, en sus pensamientos albergaban una duda luego de encontrar los monolitos sumergidos, ¿sería una buena idea colonizar el planeta?

Tal como habían bajado, así fue el regresó, sin contrariedades. A pocos cientos de metros estaba la imponente astronave. La aeronave de reconocimiento ingresó en la bahía, posándose suavemente en el hangar.

La doctora Anderson, oficial científico, observaba como Cooper y sus tripulantes bajaban del la aeronave 1, ella llevaba en sus manos una tableta holográfica, debía mostrarle al capitán las imágenes que los sensores de largo alcance habían obtenido durante el tiempo que él estuvo afuera en su primera exploración al planeta XDP-85713.

— Doctora Anderson, le traigo unas imágenes del suelo oceánico que debe analizar — dijo Cooper con algo de emoción, ella le miró y se sonrió y le respondió:

— Capitán, yo también tengo que mostrarles unas imágenes de unas montañas

Ambos se quedaron pensativos por unos instantes.

Cooper se preguntaba en su mente, ¿serán esas imágenes más importantes que las de los monolitos submarinos? La doctora Anderson, manipuló la tableta y de inmediato proyectó una imagen tridimensional a color de unas montañas que asemejaban grandes estalagmitas bordeadas de nieve.

— Doctora, ¿de qué parte del planeta son estás imágenes? — Preguntó el capitán, ella volvió a sonreírle y le dijo:

— Jefe, no son del planeta, las imágenes son de la segunda luna que esta en órbita al planeta — Wow, exclamó Cooper con asombro e hizo un breve comentario:

— Yo pensando en resolver el misterio de los monolitos, ahora tengo una luna con agua congelada, y si hay agua, probablemente también encontremos la vida que no vemos en el planeta.

La doctora Anderson le dijo al sorprendido capitán, que hasta el momento, el largo viaje que emprendieron desde Alfa 5, tiene mucho potencial y que del éxito de la exploración dependen muchas vidas.

Esta historia continuará....