Cervantes Magazine Vol. 6: Una presentación de cine

Como ya he comentado en la presentación, soy de los 80’s, si amigos, aquella década tan cojonuda que todos los que no sois de ella envidiáis. Los más mayores porque os pillo mayores y los más jóvenes porque ya os encontrasteis casi todo lo nuevo hecho… jajajaja, es una exageración, está claro, pero en cierto modo también es real, me explico.

Lo audiovisual ya estaba en marcha hacía tiempo en el mundo, el cine y la televisión ya eran parte de la cultura, pero no era igual en todo el planeta. En EE.UU ya estaban cansados de ver la tele e ir al cine, por no hablar de Japón, donde ya debían estar emitiendo en 4K mientras aquí, en España, el UHF estaba en pañales todavía… En las casas había un televisor, solo uno. Si tenías suerte era en color, si no, en blanco y negro, sin mando a distancia. Esa era la función del más pequeño, con capacidad de mantenerse en pie y caminar, de la casa. Niño!!! Cambia de canal!! Sube el volumen!!! Baja el volumen!!! Parece duro, ¿verdad? No lo era tanto, por aquel entonces solo había dos canales, el 1 y el 2, como veis el que puso los nombres se lo curró un huevo!! RTVE 1 y RTVE 2 (Radio Televisión Española)
Los primeros videos empezaron a surgir pronto, comenzó la guerra de los formatos, que todavía continua, donde habitualmente gana el formato técnicamente más deficiente pero perteneciente a la compañía que más gasta en marketing… todos los que tengan cierta edad recordarán el VHS y el Beta. Las cintas magnéticas, tanto en video como en audio para nuestros radiocasetes, eran la evolución que popularizaron los medios audiovisuales… también nació en ese momento el concepto de “copia privada” que tantos quebraderos de cabeza ha traído a la industria y la justicia de muchos países. Pero ese es otro tema que no voy a tocar de momento, solo diré que el concepto Pirateo o Pirata Informático me parece inapropiado.

El tema del entretenimiento audiovisual evolucionó de una forma vertiginosa en los 80 y 90, la gente comenzó a centrar su vida hogareña en torno a esa caja mágica que no callaba nunca y que siempre tenía las últimas novedades en forma de telediario y anuncios comerciales. Los niños podíamos ver dibujos animados de cuando en cuando, normalmente por las mañanas antes del cole y por las tarde unos pocos a partir de las cinco o cinco y media de la tarde… eso no calmaba nuestras ansias, pero apareció una solución, EL CINEXIN, madre mía qué aparato!!!! un proyector que te permitía hacer proyecciones en cualquier superficie plana… era proyectonudo!!! El que tuvimos en casa tenía muy pocos carretes, pero recuerdo uno de Miki y Gofi construyendo una caseta de perro con maderas que igual lo vimos un billón de veces, además, como tenias que darle a la manivela para que eso funcionase animadamente, podías controlar la velocidad, si para adelante, si para detrás, en fin, te convertías en realizador durante unos instantes, hasta que el resto de la audiencia se abalanzaba sobre ti gritando, me toca a mi!!! Rara vez terminamos de ver una película como era debido, siempre palante, patras, ahora boca abajo!!! Jajaja mira ahora de lado!!! Nunca supe si terminaban la caseta o si se iban bajo un puente a vivir esos personajes de Disney!!
En cuanto mi familia adquirió el primer VHS el Cinexin sufrió de obsolescencia prematura y terminó olvidado en una caja… la era de los videoclubs había empezado!! y había salas muy lúgubres con tias en tetas y títulos tipo Blancanieves y los 7 Follanitos!!! Eso es también otra historia… Con la llegada de los VHS y los videoclubs descubrí los dibujos anime, manga o como se llamen, eran distintos a los típicos de la tele, venían de Japón y molaban un huevo!!! Lo malo era que el cabrón que la había alquilado antes no la había rebobinado!! Los técnicos que vendían esos ruidoso aparatos reproductores de video les contaban a nuestros padres que, al rebobinar, los cabezales sufrían y eso se les quedaba grabado a fuego en sus mentes… Si sospechaban que estabas rebobinando algo en el video, aparecían con los ojos inyectados en sangre y farfullando… cabezales, romper, no, cabezales… no rebobines!!! cabezales… Y en estas cintas no servia el truco del boligrafo Bic que tanto nos ayudaba con las cintas de radiocasete… por cierto, el bolígrafo ese también servía para escribir!! y sirve, aún tiene el mismo diseño xD

Con esa tecnología tan tosca estuvimos conviviendo mucho tiempo, era una época interesante… poco a poco, la informática se fue adueñando de nuestras vidas y entonces todo cambió a mucha más velocidad. Mi primer ordenador tenía una paleta de cuatro colores, el siguiente ya era VGA, el otro tenía 32 millones de colores y resolución de 1200x768 y de ahí al FullHd o 4K hemos llegado en poco tiempo, 15 o 20 años.

El CD, el DVD y el Blue-Ray tienen la misma apariencia, solo varía la capacidad de “rallarlos” para meterle surcos de información a la superficie… pero es un formato físico que ya está en proceso de desaparición, las memorias USB, los HDD e Internet están tomando el relevo inexorablemente, una pena! Ya nadie tiene esas estanterías repletas de cintas de video con películas, nadie tiene esas discotecas particulares con cintas de casete acumulando polvo esperando a que les demos una oportunidad… ahora en una “catatico” como media palma de la mano (desde los puntos suspensivos hasta aquí no entiendo que dices) podemos llevar 15.000 canciones, cada una con su video musical y la letra traducida a 15 idiomas en subtítulos de colores.
Un día habrá una tormenta solar con eyección de energía a lo bestia y todo lo electrónico se joderá, entonces todos se pondrán llorar porque han perdido la última mierda de cancion tipo Despacito!!!
Hacedme caso y conservad, los que podáis, un Walkman y alguna cinta de casete con vuestros temas preferidos! Si los guardáis en una Jaula de Faraday estarán protegidos para siempre y no perderán nunca el encanto ;)

Resumiendo, que lo audiovisual ha experimentado un crecimiento brutal y ahora mismo estamos pasando otra época de transición entre lo antiguo y lo nuevo… ahora le toca el turno a la televisión convencional, ahora ya hay televisión a la carta y cada vez menos humanos se sientan frente a la caja tonta a ver “que echan”, ahora elegimos lo que queremos ver y cuando queremos verlo, solo los acontecimientos en directo tienen capacidad de congregación a una determinada hora, el resto, va a demanda del usuario. La aparición de plataformas tipo Netflix acrecientan la velocidad de esta transición y añaden un efecto más, el declive del cine, esto me preocupa mas pero creo que lo dejaré para una nueva entrega, hoy como presentación ya os he metido un “ladrillo” considerable… y porque tengo que entregarlo rápido que si no os tengo aquí leyendo chorradas de los 80 un par de horas!! jajajaja (concho y a mí revisando otra jajajajaja)

Hasta la próxima entrega en la que igual os hablo lo mismo de mi opinión sobre el estado actual del cine como puedo comentaros los últimos avances en la fecundación in vitro de las algas en Tetuán.